Las tecnologías de vanguardia como la inteligencia artificial y la automatización son armas de doble filo para países en desarrollo, debido a su potencial para promover avances sociales, económicos y ambientales o para profundizar la desigualdad, alertó la ONU.
De acuerdo con el Estudio Económico y Social Mundial 2018, presentado este lunes en la sede de la ONU, las tecnologías de vanguardia tienen un enorme potencial para impulsar la prosperidad y proteger el medio ambiente, pero solo si se manejan adecuadamente.
Entre estas innovaciones destacan la automatización, la robótica, las tecnologías de la energía renovable, los vehículos eléctricos, la biotecnología y la inteligencia artificial, que tienen gran capacidad para avanzar la agenda de desarrollo sostenible para el año 2030.
Su utilización puede fomentar el crecimiento, la prosperidad y la sostenibilidad ambiental. Sin embargo, también suponen importantes riesgos en materia de desempleo, subempleo y desigualdades crecientes de ingresos y riqueza, al tiempo que plantean nuevas inquietudes de índole ética y moral.
El informe concluyó que las tecnologías de vanguardia “pueden ser un arma de doble filo para el desarrollo” debido a su capacidad para aumentar las divisiones de la sociedad. Por ello, el informe instó a los gobiernos a implementar políticas adecuadas para contener estos riesgos.
Elaborado por el Departamento de Economía y Asuntos Sociales de la ONU, el informe encontró que las tecnologías de energía renovable y los sistemas eficientes de almacenamiento de energía ya están mejorando la sostenibilidad ambiental.
Además, nuevas tecnologías han mejorado el acceso a los medicamentos y mejorado el bienestar de los más vulnerables mediante tecnologías móviles; e innovaciones en finanzas digitales han ofrecido servicios financieros a millones de personas en países en desarrollo.
El informe alertó no obstante que cuando se gestionan de modo inadecuado o no se regulan, “las nuevas tecnologías probablemente ampliarán la desigualdad dentro y entre los países”.
La inteligencia artificial, el aprendizaje automatizado y la automatización robótica, entre otras tecnologías, pueden mejorar el rendimiento económico, pero al mismo tiempo puede crear ganadores y perdedores.
Antonio Guterres, secretario general de la ONU, expresó que un mundo más próspero, longevo y saludable puede estar al alcance de millones de personas si el mundo aprovecha estas innovaciones tecnológicas.
Advirtió sin embargo que es necesario garantizar no solo la viabilidad comercial de estos avances sino principalmente que sean utilizados de manera igualitaria y ética.
“Esto requerirá una evaluación continua rigurosa, objetiva y transparente, involucrando a todas las partes interesadas”, precisó Guterres.
Por su parte, Liu Zhenmin, secretario general adjunto de asuntos económicos y sociales de la ONU, señaló que las nuevas tecnologías pueden ofrecer soluciones a muchos de los retos que supone el cambio climático y los objetivos de desarrollo para el año 2030.
“Si bien tienen el potencial de generar enormes dividendos, las nuevas tecnologías, si se administran mal, pueden tener graves efectos adversos en las sociedades”, consideró Zhenmin.
El estudio recomendó implementar políticas nacionales a fin de maximizar el potencial de las tecnologías de vanguardia y mitigar los riesgos que entrañan, y para lograr un equilibrio entre la eficiencia económica, la equidad y las consideraciones éticas.
Recomendó además incentivar la creación, difusión y adopción de tecnologías innovadoras al tiempo de que se aumenta la inversión en la educación, el desarrollo de aptitudes y la protección social.
El informe enfatizó que es también esencial que se incremente la cooperación internacional a fin de determinar cuáles son las tecnologías más necesarias para impulsar el desarrollo sostenible y para designarlas como bienes públicos mundiales.