Proyectos como Jóvenes Promesas pretenden aportar al abordaje del fenómeno de la migración como un proceso de responsabilidad compartida, pues la historia de la humanidad es la historia de la movilidad
La situación en la frontera sur de nuestro país es complicada, pues atiende a una necesidad de desplazamiento forzado. Así lo reconoce Mario Ernesto Patrón Sánchez, Rector de la Ibero Puebla, durante la inauguración del foro Voces migrantes: visibilización y acción desde la polifonía de la movilidad humana.
Recordó que el nuevo gobierno federal comenzó con una narrativa de seguridad humana que, no obstante, ha reculado hacia una política prohibicionista a raíz de las amenazas arancelarias por parte del presidente Donald Trump.
Patrón Sánchez reconoció que la situación actual no es sencilla, pues México no sólo recibe a migrantes centroamericanos y a compatriotas que vuelven desde la Unión Americana, sino que nos confronta con nuestra identidad y valores nacionales. El reto es, concluyó, convertirnos en un espacio idóneo para darle la bienvenida a quienes llegan y a quienes regresan, lo cual se conseguirá a través de la reconstrucción del tejido social.
En complemento a lo expresado por el Rector anfitrión, Elio Villaseñor Gómez, representante de Puente Ciudadano A.C., vinculó el presente fronterizo con el programa Jóvenes Promesa, una iniciativa que busca aportar a la construcción de nuevas narrativas que opten por la cooperación pedagógica por encima de la criminalización de las y los migrantes.
Por el futuro de ellas y ellos
Centroamérica representa una de las regiones más violentas y desiguales del mundo, cuyos proyectos de paz han quedado rebasados por la criminalidad. Con esta premisa, Nadia Nehls Martínez, académica del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), inauguró el panel Jóvenes Promesas, una propuesta de cooperación regional educativa.
Las personas en edad escolar, comentó, representan un grupo vulnerable en el contexto que envuelve a los procesos migratorios. En 2016, se presentaron 40,114 eventos de niños, niñas y adolescentes no acompañados intentando cruzar la frontera entre Guatemala y México.
Para Nehls Martínez, Jóvenes Promesas es una apuesta para brindar herramientas de desarrollo integral a un grupo de jóvenes centroamericanos provenientes de contextos de vulnerabilidad, dándoles la oportunidad de cursar el bachillerato técnico en el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) campus Puebla.
Jóvenes Promesas es un programa piloto con un año y medio en operación cuya primera generación está integrada por 12 estudiantes. A través de la Fundación Fe y Alegría, se selecciona a adolescentes en Centroamérica para formar parte de la experiencia integral.
Mientras que la Fundación Fe y Alegría realiza el proceso de selección de candidatos en Centroamérica, el Instituto JUCONI México A.C. se encarga de coordinar la modalidad de acogimiento familiar, lo cual permite a familias voluntarias brindar cuidados, protección y bienestar social a las y los jóvenes migrantes durante su estancia en México.
Ariel Flores Quijano, representante de esta asociación, compartió que se busca dar pie y seguimiento periódico al desarrollo terapéutico tanto del joven como de la familia que le recibe. Reconoció que, si bien algunas familias truncaron el programa de manera prematura, existió un importante desarrollo del proyecto, así como en las y los participantes de la prueba piloto.
También en representación de Puente Ciudadano A.C., asociación que vincula los esfuerzos de todas las organizaciones involucradas, María del Pilar Salazar Barrales recordó la intención de formar personas críticas que sean conscientes del entorno que les rodea, sus orígenes y objetivos de construcción de nuevas sociedades.
La egresada de la Ibero Puebla destacó el papel fundamental de las relaciones para comprender al Otro. Lanzó un llamado a la apertura al diálogo. “Vivimos en tiempos en los que parece que la otredad es el enemigo, cuando se trata de una oportunidad de aprender de los demás”.
Nuevas familias
En representación de las familias de acogida, Natalia Godínez Bohórquez relató sus vivencias con Katia y Sofía, dos jóvenes pertenecientes al programa. Enfatizó el valor del compromiso con adolescentes a quienes han decidido integrar a su núcleo familiar. En su situación particular, valoró la oportunidad de romper con los paradigmas tradicionales de familia (mamá, papá e hijos).
De igual forma, Patricia Yolanda Silva Monterd recordó que el objetivo de Jóvenes Promesas es proporcionar un espacio armonioso que provea de seguridad. “Ellas y ellos vienen de un entorno complicado. Por eso, deben sentirse cobijados en su nuevo hogar”, compartió.
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