El jefe insurgente José María Morelos y Pavón estuvo en Oaxaca, de noviembre de 1812 a febrero de 1813, para continuar la lucha por la Independencia, tras la captura y fusilamiento del cura Miguel Hidalgo y Costilla, en marzo de 1811.
Durante este periodo, el Siervo de la Nación restableció el orden y organizó las tropas desarticuladas, además solucionó los problemas planteados por parte de los pueblos originarios, pidió informes sobre los bienes de la Iglesia e instauró un Comité de Defensa de la Guerra de Independencia.
“El generalísimo decidió hospedarse en una casa propiedad de un español de apellido Gutiérrez, ubicada en la actual esquina de las calles de Ricardo Flores Magón y Valerio Trujano, frente al templo de la Compañía de Jesús, hasta que terminó su estancia en Oaxaca”, relató Jorge Bueno Sánchez, cronista de la Ciudad de Oaxaca.
En la casa, que actualmente ocupa un restaurante, el jefe insurgente sostenía reuniones con oaxaqueños ilustres donde se planeaban las estrategias de las batallas, pero también sostenían pláticas de alto nivel intelectual.
De acuerdo con el cronista, “ahí se concibieron las ideas de libertad, democracia, dignidad humana e igualdad. Se concretaron documentos que hacía referencia a la igualdad social”.
“Dejarían de llamar a las castas indios, mulatos, mestizos, los habrían de nombrar americanos; en cuanto al derecho de los pueblos, mencionó que los indígenas deberían ser los dueños de sus tierras; y suprimió la esclavitud”.
Varios de los escritos de Morelos se imprimieron gracias a que cuando tomó Oaxaca existía una imprenta, la cual sirvió también para editar algunos números de los periódicos El Ilustrador Mexicano y El Semanario Patriótico, y principalmente de una nueva publicación: El Correo Americano del Sur, dirigido por Carlos María de Bustamante.
“Cabe apuntar que este periódico salió por primera vez el 25 de febrero de 1813 y siguió apareciendo todos los jueves hasta noviembre del mismo año”, refirió Bueno Sánchez.
La publicación reunió muchos artículos, proclamas y manifiestos de los insurgentes, y tenía como fin propagar con rapidez y oportunamente las noticias sobre la guerra de Independencia. Una de sus colaboradoras fue Leona Vicario, en su estancia por Oaxaca cuando llegó a donar la segunda imprenta.
Después de establecer un gobierno insurgente en Oaxaca y una vez que reorganizó su ejército, Morelos consideró que estaba preparado para tomar Acapulco. Salió de Oaxaca en febrero de 1813 y para abril sitió el puerto.
Establecido en Acapulco, Morelos, acompañado por otros caudillos insurgentes pensaron que, una vez vencidos los españoles, sería necesario organizar políticamente al país y por lo tanto darle nuevas leyes.
El 14 de septiembre de 1813, integraron un congreso en Chilpancingo, Guerrero. El primer Congreso Constituyente elaboró los siguientes documentos: Sentimientos de la Nación y el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Septentrional, «a partir de las ideas forjadas a su paso por Oaxaca, donde se manifestaron las aspiraciones y deseos de libertad, igualdad y justicia”.
“Por medio de estos escritos, se promulga la independencia de México”, asentó el experto.
Posteriormente, el 22 de octubre de 1814, en el actual estado de Michoacán, este Congreso expidió la Constitución de Apatzingán.
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