La crisis económica mundial derivada de la pandemia ha llevado a buena parte de la población económicamente activa a replantear sus líneas y modelos de acción. Para abonar a estas pretensiones, el Laboratorio de Innovación Económica y Social (LAINES) de la Ibero Puebla ofrecerá una serie de actividades formativas gratuitas sobre economías alternativas.
Dichas dinámicas se plantean como talleres cortos de sensibilización en torno a cinco ejes temáticos:
Economía social y solidaria; una nueva forma de organización ante la crisis mundial (26 de agosto).
Colaboración desde la economía social ante la crisis mundial (1 de septiembre).
Innovación y creatividad ante los desafíos de la crisis mundial (8 de septiembre).
Estrategias digitales: migrando al entorno virtual (22 de septiembre).
Finanzas sanas en tiempos de crisis: vida y negocio (29 de septiembre).
Como explica Marcela Ibarra Mateos, directora del LAINES, mucha gente no comprende o entiende este concepto, por lo que su difusión es una tarea permanente: “Para nosotros, la economía social es una forma distinta de generar economía y trabajo ante las condiciones actuales”.
De manera paralela, el Laboratorio celebrará los Diálogos por la economía social, un espacio que busca tejer una red que impulse los circuitos económicos locales con aquellos actores protagonistas de la economía social de Puebla. A través de testimonios, se reflexionará sobre cómo se ha enfrentado la pandemia, qué decisiones se han tenido que tomar y cómo se percibe el futuro a corto y largo plazo.
Sociedades más justas
El trabajo del LAINES está vinculado a organizaciones, colectivos, cooperativas, iniciativas o grupos que realizan alguna acción que tiene que ver con la economía social. Esto implica organizarse en torno al trabajo para generar mejores condiciones de vida a través de procesos colectivos y solidarios.
En el marco de la pandemia, explica Ibarra Mateos, se ha buscado tener un primer acercamiento para entender cómo es que los emprendimientos locales la están enfrentando, especialmente en el aspecto económico, para pensar cómo se puede trabajar a partir del retorno a la vida pública.
Los talleres en puerta son una respuesta a este primer diagnóstico. “Una de las líneas más importantes es la formación y acompañamiento de los emprendimientos sociales productivos, así como fortalecer los circuitos económicos locales para acercar a productores y consumidores locales”. El fin último es encontrar procesos más justos, solidarios y cooperativos.
Proyectos actuales y en puerta
La vinculación es fundamental en la operación del Laboratorio. Para ello, cuentan con alianzas con instituciones como la Universidad La Salle y la Fundación Sparkassen. Al mismo tiempo, refrendan su compromiso formativo con el alumnado de la Ibero Puebla al impulsar la vinculación a los programas académicos de todas los departamentos y licenciaturas.
A su vez, el LAINES ha contribuido a la generación de dos cooperativas: una de consumo al interior de la Universidad y otra de servicios profesionales que busca cobijar a profesores talentosos que se han visto afectados por la crisis económica. Igualmente, se ha puesto en marcha un proyecto de investigación en colaboración con Oxfam sobre las cooperativas de mujeres en Hueyapan, Puebla.
En paralelo, se concretó un proyecto de tres años realizado en territorios de alta violencia, el cual impulsó la formación de cooperativas de economía social en diferentes puntos del país con la participación de jóvenes en riesgo. Dicho trabajo contó con el apoyo de la Fundación USAIM y la Fundación Carlos Slim.
También, el Laboratorio se encuentra en colaboración constante con los Nodos de Impulso a la Economía Social y Solidaria (NODES), proyecto de la Secretaría del Bienestar a través del Instituto Nacional de Economía Social que busca generar nodos de colaboración entre instituciones educativas, instancias públicas y actores económicos.
Ante el panorama de incertidumbre, las economías transformadoras cobran un alto protagonismo, pues apuestan por construir redes de trabajo donde se toman decisiones de manera colectiva y lo central se encuentra en la organización colaborativa. “En estos modelos, la riqueza no es acumulada, sino compartida, pues las condiciones de vida de todos importan”, concluye Marcela Ibarra.