La Organización Mundial de la Salud (OMS) exhortó a los gobiernos a tomar medidas urgentes para fortalecer las capacidades de los países para proteger la salud y seguridad ocupacional del personal sanitario y los servicios de emergencia.
En el marco del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que se conmemora este 28 de abril, también llamó a respetar sus derechos a condiciones de trabajo decentes y a proporcionarles servicios de salud ocupacional.
Los trabajadores de salud, alertó, están en la primera línea de la respuesta al brote de COVID-19 y, por tanto, están expuestos a riesgo que ponen en peligro su salud, como exposición a patógenos, largas horas de trabajo, angustia psicológica, estigma y violencia física.
Indicó que hasta el 21 de abril, más de 35 mil trabajadores estaban infectados con COVID-19, aunque este número es significativamente mayor debido al subregistro. Además, entre ocho y 38 por ciento sufren violencia física en algún momento de sus carreras y muchos más están amenazados o expuestos a la agresión social.
“En la crisis de COVID-19, la escasez de personal y recursos y el aumento de las tensiones sociales provocan un mayor nivel de violencia contra los trabajadores de la salud e incluso ataques contra los centros sanitarios”, mencionó en un comunicado.
Además, dijo muchos trabajadores tienen que laborar horas más largas o irregulares debido a la creciente demanda de servicios de salud, lo que ocasiona agotamiento, angustia psicológica o disminución de la salud mental.
Al respecto, pidió a los gobiernos y empleadores establecer medidas de tolerancia cero a la violencia contra el personal de salud en el lugar de trabajo y en el camino hacia y desde sus centros laborales.