Se fue Onésimo Cepeda, un personaje polémico en la iglesia católica en México. Adicto a la escena política, dejó un par de frases poco celebres, como la de “roben, pero poquito” con el que conminaba a los candidatos a la presidencia. Incluso, quería ser diputado, Fuerza por México lo cortejó, sin éxito. “Quiero un México mejor; no pienso cobrar; y ya estoy harto de tanto pendejo que gobierna que se sienta en los curules en todos lados”, dijo nuestro personaje el año pasado.