La crisis sanitaria por la Covid-19 ha mostrado la apariencia de una emergencia global, donde lo que vemos no es atractivo y es motivo de lamento para muchas personas en el mundo, pero no hay que olvidar que la amenaza a largo plazo para la humanidad sigue siendo el cambio climático, dijo Patricia Espinosa, secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC).
Al intervenir mediante videoconferencia en el evento protocolario de entrega de la actualización de la Contribución Nacionalmente Determinada (NDC por sus siglas en inglés), por parte del gobierno de Chile, el cual fue encabezado por la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, Espinosa se congratuló de escuchar buenas noticias, “en los tiempos que vivimos, cuando parece que en el mundo sólo se escuchan noticias sombrías”.
Consideró que el anuncio que hace Chile es un rayo de luz y de esperanza, en un día de ambición y de responsabilidad, en que se cumplen compromisos y se guía con el ejemplo; un día en el que se reconoce lo que es necesario hacer para enfrentar el cambio climático en el largo plazo para proteger la seguridad, la salud y la prosperidad de todos.
Agradeció la presidencia y el liderazgo en la COP25 donde, si bien no se resolvieron todos los temas de la agenda, hubo avances significativos, como el desarrollo de capacidades, la perspectiva de género y el uso de tecnología, así como un compromiso por aumentar los niveles de ambición climática de 73 naciones (ahora más de 110) en la actualización de sus NDC, y la Unión Europea se comprometió a alcanzar la neutralidad climática para 2050.
Asimismo, se logró un vigoroso movimiento a favor de una economía más limpia, en los ámbitos regional y local, “y ya un gran número de empresas han informado que trabajan para llevar a cero sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) para el año 2050, lo cual evidencia el liderazgo de Chile y muestra la manera en que, a pesar de los desafíos que enfrentamos por la COVID-19, debemos seguirnos moviendo en la dirección correcta”.
Enfatizó que la COVID-19 ha cambiado el panorama global para todos, especialmente para los gobiernos. “Es un desafío distinto a cualquiera que hayamos visto en los tiempos modernos; la pandemia pone a prueba las economías, los sitios de trabajo, a las familias y, para ser franca, también pone a prueba la paciencia de las personas en aislamiento, cuarentena o distanciamiento social, pero estoy segura que vamos a superarlo”.
Destacó que todas las agencias de la ONU trabajan para fortalecer la respuesta multilateral a esta crisis, “el entendimiento de que sólo una respuesta multilateral, en la que todas las naciones actúen en forma coordinada, nos va a llevar a superar la crisis”.
Por ahora, dijo, la Covid-19 es la amenaza más urgente que enfrenta la humanidad, pero no debemos olvidar que el cambio climático es la mayor amenaza para la humanidad en el largo plazo; son dos desafíos muy diferentes, pero tienen algo en común, la premisa de que la humanidad tiene que trabajar unida para lograr un objetivo compartido y reducir el sufrimiento humano ahora y en el futuro.
En la ONU todos colaboramos para enfrentar el impacto de la crisis de la Covid-19, pero continuamos la labor en torno al cambio climático, apoyando los esfuerzos globales para enfrentarlo y reducir las emisiones; “vamos a seguir trabajando sin interrupción con los Estados parte y con otros actores relevantes, para promover, con sentido de urgencia, la agenda del cambio climático”.
Mencionó que “la nueva Contribución Nacionalmente Determinada de Chile es más ambiciosa y demuestra que el país reconoce ese sentido de urgencia y la necesidad de actuar tan rápidamente como sea posible, incluso estando enmedio de un desafío global significativo”.
Pidió recordar que 2020 sigue siendo un año crítico para el proceso intergubernamental de cambio climático, por lo que es imperativo que este año los Estados eleven más su ambición y sometan nuevos y actualizados planes de acción climática y estrategias de desarrollo de bajas emisiones en el largo plazo.
“De eso se trata el Acuerdo de París, de poner al día los compromisos de acción climática, para impedir que la meta del calentamiento global supere los 1.5 grados Celsius”, puntualizó.
Recordó que las campanas de alarma por el cambio climático han sonado por largo tiempo, por lo que necesitamos responder mientras aún podemos hacerlo. Debemos actuar ahora, y por eso las NDC son tan importantes, porque la ventana de oportunidad para hacer frente al cambio climático no va a estar abierta por mucho tiempo.
Agradeció el liderazgo de Chile para servir de ejemplo a los demás países, con su plan de acción climática actualizado para lograr un futuro limpio, verde, saludable, seguro y mas próspero para todos, y reiteró que la superación de la crisis de la COVID-19 tiene que alinearse con los objetivos climáticos.
«Ya sabíamos desde hace tiempo que el modelo económico actual era insostenible, por lo que ahora tendremos que diseñar un nuevo modelo en el que se alineen todos los sectores -gobiernos, iniciativa privada, sociedad- con la resiliencia, para lograr el objetivo de tener un mundo mejor”, concluyó.