El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó este viernes realizar ataques junto a Francia y Gran Bretaña sobre instalaciones de armas químicas en Siria en represalia al supuesto ataque químico contra civiles cerca de Damasco.
«¿Qué tipo de país quiere asociarse con el asesinato masivo de hombres y mujeres inocentes?», preguntó Trump durante un comunicado a medios en la Casa Blanca.
Estados Unidos no busca mantener una presencia indefinida en Siria. Esperamos un día poder llevar a nuestros guerreros a casa».
El mandatario aseguró que Estados unidos será un socio y un amigo, pero que el destino de la región está en manos de sus ciudadanos.
Por otra parte, fuentes citadas por la agencia Reuters reportaron grandes explosiones y presencia de humo cerca de la ciudad de Damasco, en la parte este, la noche de este viernes -Duma se encuentra al noreste- sin que hasta el momento se confirme estar relacionado con el anuncio de Trump.
La premier de Gran Bretaña, Thresa May, autorizó esta noche el envío de fuerzas armadas británicas para llevar a cabo ataques coordinados y selectivos en la región.
«Estamos actuando junto a con nuestros aliados estadounidenses y franceses», aseguró la Primer Ministra en un comunicado.
Diversos asesores y secretario de la Administración mostraron su preocupación en los últimos días sobre el ataque, puesto que el Gobierno de EU carecía de una estrategia más amplia en Siria y porque los ataques podrían desencadenar un choque peligroso con Rusia e Irán.
Hoy, el diario The Wall Street Journal, reveló que Trump no estaba satisfecho con las opciones presentadas por su equipo para abordar el tema de los ataques en la región.
Además, el diario destacó que su nuevo asesor de seguridad, John Bolton, opina que el ataque podría ser «ruinoso» para el Gobierno sirio, paralizando parte de sus operaciones oficiales y de la infraestructura nacional del presidente Bashar al-Assad.
Diversos países de Occidente culpan directamente al Gobierno sirio de haber perpetrado el supuesto ataque químico, en tanto que Rusia asegura que este nunca ocurrió o fue orquestado por gente ajena al Gobierno.