Ciudad de México, 19 Nov (La Jornada).- El derecho a la propia imagen es de rango constitucional y está protegido por la Ley Federal de Derecho de Autor (LFDA), señaló la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al otorgar un amparo a Gael García Bernal, para continuar su juicio contra el consorcio Diageo México, que utilizó la figura del actor en un comercial de whisky, sin tener su autorización.
Por unanimidad, la Primera Sala aprobó el proyecto de la ministra Norma Lucía Piña Hernández para revocar el fallo de un juzgado de primera instancia que sostenía que la norma no incluye el derecho a la propia imagen.
Es la segunda ocasión en que la Suprema Corte tiene que intervenir en este caso, luego de que en octubre de 2018 emitió otra decisión en favor de García Bernal y en contra del argumento de la empresa, la cual cuestionaba la competencia del Congreso de la Unión para legislar en materia del derecho a la propia imagen.
Sin embargo, esto no fue suficiente debido a que Diageo cuestionó enseguida la legalidad de aplicar la ley a favor del actor.
En su proyecto, la ministra Piña sostiene que el derecho a la propia imagen tiene jerarquía constitucional, y que la explotación comercial de la efigie de una persona sí está regulada por la LFDA.
De este modo, como derecho fundamental, este derecho también ofrece una protección específica frente a la utilización no consentida de la propia imagen con fines meramente comerciales o lucrativos, señala el fallo aprobado, que incluye también la orden de regresar el expediente a un tribunal colegiado, para que resuelva el caso con base en la directriz de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Esta determinación abre la puerta para que el actor pueda reclamar hasta 40 por ciento de las ganancias que obtuvo la empresa, durante el tiempo que el comercial no autorizado fue emitido.
De manera coincidencial, en la misma sesión la Primera Sala resolvió otro caso de derechos de autor, donde avaló el artículo 216 bis de la Ley Federal de Derecho de Autor, donde se establece dicho porcentaje como sanción para quien explote la propiedad intelectual de otra persona sin su autorización.