Hombres armados secuestraron ayer a más de 300 niñas y adolescentes en la ciudad de Jangebe, en el noroeste de Nigeria, el segundo secuestro de este tipo en poco más de una semana.
Hombres armados desconocidos dispararon (…) y se llevaron a las niñas” en un asalto de medianoche en la escuela secundaria de niñas de Jangebe, dijo Sulaiman TanauAnka, comisionado de información del estado de Zamfara. Agregó que fuerzas de seguridad estaban rastreando el área.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) dijo que se estimaba que más de 320 niñas habían sido secuestradas.
Estamos enojados y entristecidos por otro brutal ataque contra estudiantes en Nigeria”, dijo Peter Hawkins, representante de Unicef en Nigeria.
El secretario general de la ONU, António Guterres, exigió la liberación inmediata de las estudiantes.
El secretario general condena (el secuestro) en los términos más firmes posibles y exige su inmediata e incondicional liberación”, dijo Stephane Dujarric en conferencia de prensa.
Un aumento de la militancia armada provocó un colapso de la seguridad en el norte del país más poblado de África, donde los secuestros a estudiantes se están volviendo endémicos.
El aumento se debe en parte a importantes pagos del gobierno a cambio de los niños, dijeron funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato. El gobierno nigeriano niega tales pagos.
La semana pasada, hombres armados mataron a un estudiante en un ataque durante la noche en un internado en Níger y secuestraron a 42 personas, incluidos 27 estudiantes. Los rehenes aún no han sido liberados.
En diciembre, decenas de hombres armados secuestraron a 344 estudiantes de la ciudad de Kankara, en el estado de Katsina. Fueron liberados después de seis días.
La unidad de Estado Islámico en África Occidental secuestró en 2018 a más de 100 niñas de la ciudad de Dapchi, todas menos una, cristiana, fueron liberadas. Se pagó un rescate, según Naciones Unidas.
En abril de 2014, miembros de Boko Haram secuestraron a 276 escolares de la ciudad de Chibok en el estado de Borno. El incidente atrajo la atención mundial.
Reuters y AFP