El Papa Pablo VI y Óscar Arnulfo Romero, el “obispo de los pobres” asesinado por los escuadrones de la muerte de El Salvador en 1980, serán declarados santos tras la autorización del Papa Francisco.
Según informó la sala de prensa del Vaticano, el pontífice dio luz verde a la canonización de ambos personajes al firmar los decretos que reconocen sus respectivos “milagros”, curaciones inexplicables que la Iglesia atribuye a la intercesión espiritual de cada uno de ellos.
Aunque todavía no existe una fecha determinada para la ceremonia de canonización, el secretario de Estado, Pietro Parolin, anticipó la víspera, de manera informal, que Pablo VI sería elevado a la santidad en octubre próximo, al final de la asamblea del Sínodo de los Obispos.
La Santa Sede aún debe llevar a cabo una reunión de cardenales (Consistorio Público) durante la cual oficializar la fecha, pero ya se habla de una canonización conjunta del Papa Montini y del obispo mártir.
Nacido en la localidad italiana de Concesio, en las cercanías de Bescia (Lombardía) el 26 de septiembre de 1897, Giovanni Battista Montini fue el pontífice número 262 en la historia de la Iglesia católica, que condujo del 21 de junio de 1963 hasta su muerte, el 6 de agosto de 1978.
Es famoso, entre otras cosas, por haber conducido hasta su conclusión (en 1965) al Concilio Vaticano II, la máxima asamblea de obispos del mundo convocada por su antecesor Juan XXIII.
También se le recuerda por haber publicado la carta encíclica “Humanae Vitae” (La vida humana) sobre la paternidad responsable y que formalizó la oposición de la Iglesia católica a todos los métodos artificiales de anticoncepción.
Óscar Arnulfo Romero y Galdámez nació el 15 de agosto de 1917 en Ciudad Barrios. Fue designado como arzobispo metropolitano de San Salvador justamente por el Papa Pablo VI el 3 de febrero de 1977, mientras su país afrontaba un violento conflicto interno.
Su intensa y constante predicación en defensa de los derechos humanos provocaron una dura respuesta en su contra de parte del ejército salvadoreño, en cuyo seno se urdió el atentado en su contra, cometido por el marino Samayor Acosta.
El obispo fue asesinado el lunes 24 de marzo de 1980 a balazos mientras celebraba una misa en la capilla del hospital Divina Providencia de El Salvador.
El Papa Francisco también dio vía libre a la beatificación de la monja paraguaya María Felicia Guggiari Echeverría, también conocida como María Felicia de Jesús Sacramentado y apodado “la Chiquitunga”.
Nacida en Villarica el 12 de enero de 1925 y muerta en Asunción el 28 de abril de 1959, esta religiosa de la Orden de los Carmelitas Descalzos destacó por su espíritu de sacrificio, caridad y generosidad, todo envuelto en gran mansedumbre y comunicativa alegría.