La emergencia sanitaria por la pandemia del COVID-19 ha tenido un impacto negativo en España, donde ha destruido 285 mil 600 empleos, mientras el paro subió en 121 mil personas durante el primer trimestre del año, las peores cifras desde 2013.
De acuerdo con la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de desempleo se sitúa en el 14.41 por ciento con un total de tres millones 313 mil parados,
En tanto, un total de 562 mil 900 personas están en paro parcial por razones técnicas o económicas o afectadas por un ERTE (Expediente Temporal de Regulación de Empleo). Esta circunstancia hace que los ocupados que no han trabajado en la semana anterior a la de la realización de la encuesta aumenten en 509 mil 800 personas.
La ocupación disminuye fundamentalmente en el sector privado donde se perdieron 280 mil 300 empleos por cinco mil 400 personas en el sector público. En los últimos doce meses el empleo se ha incrementado en 210 mil personas (175 mil 800 en el sector privado y 34 mil 300 en el público).
En el sector servicios se registraron 275 mil 900 empleados menos, en la agricultura nueve mil 100 menos y en la construcción se perdieron seis mil 200 puestos de trabajo. En cambio, aumentó la ocupación en la industria en cinco mil 600 personas.