El papa Francisco canceló el viernes su tradicional visita de Nochevieja al belén de tamaño natural instalado en la Plaza de San Pedro para evitar la formación de grandes multitudes.
Por otra parte, las principales ciudades italianas han anulado sus típicos conciertos al aire libre del 31 de diciembre mientras el país lucha contra un aumento récord de los contagios de coronavirus.
Francisco celebrará su tradicional misa de fin de año dentro de la basílica y oficiará la misa de Año Nuevo según lo previsto.
El Vaticano ha seguido en gran medida el ejemplo de Italia al imponer restricciones a las multitudes. Muchas ciudades italianas están optando por emitir conciertos o producciones teatrales donde se puede controlar el acceso del público con pases sanitarios.
Además, la ciudad de Nápoles prohibió el uso de fuegos artificiales en un intento por evitar grandes aglomeraciones en una ciudad conocida por este tipo de celebraciones el 31 de diciembre.