Aunque en el país ya existe una mayor cultura y difusión de información sobre el síndrome de Down, la sociedad aún no es consciente de que las personas que tienen esta alteración genética, son una población con derechos y la capacidad de integración social, aseguró Margarita Mayoral Ramírez, directora general de Integración Down, I. A. P.

La especialista en brindar atención a bebés, niños y adultos que nacieron con esta condición genética, considera que actualmente las familias tienen mayor acceso a opciones para que sus hijos se desarrollaren, sin embargo, se requiere de mayor sensibilidad y oportunidades reales en ámbitos como el laboral, para que se ponga en práctica sus habilidades.

“Todavía se nos olvida que son personas con derechos, sigue existiendo que las personas con discapacidad no tienen voz ni voto”, dijo.

Lamentó que la sociedad aún no esté preparada para integrar a las personas con síndrome de Down. Por ello, hizo un llamado a la población para que conozcan por medio de las organizaciones sociales el trabajo que se hace con esta población y así generar espacios de inclusión.

“En la medida en que respetemos y tengamos los mismos derechos no hablaríamos de inclusión sino de convivencia y darle a cada quien lo que necesita y entender que cada uno es diferente, pero somos personas con los mismos derechos”.

De acuerdo con la Secretaria de Salud a nivel mundial, se estima que la incidencia de este síndrome se encuentra entre 1 de cada mil y 1 de cada mil 100 recién nacidos.

En el 2018, la Dirección General de Información en Salud reportó que en México nacieron 689 niños con este síndrome, de los cuales fueron 351 niñas y 338 niños.

El síndrome de Down es una alteración genética. En ella, la persona tiene 47 cromosomas, en vez de los 46 usuales. La mayoría de los casos tienen una copia extra del cromosoma 21, de ahí que también se le llame “Trisomía 21”.

La Secretaría de Salud señala que la atención a las personas con esta condición se enfoca en ayudarles a desarrollarse a su máximo potencial. Esto puede incluir terapia del lenguaje, ocupacional y física.

Fuente: Excélsior