El Papa Francisco se disculpó este lunes por los católicos que recurren a la prostitución y aseguró que quien paga por tener relaciones sexuales es un criminal y eso significa torturar a las mujeres, en respuesta a una víctima del trafico de personas y de la prostitución.
«Pido perdón por todos los católicos que cometen este acto criminal», indicó el Pontífice, quien añadió que entre los clientes es verosímil que el 90 por ciento son bautizados católicos.
Subrayó además que siempre piensa en el asco que tienen que sentir las mujeres cuando van con estos hombres que les piden cosas.
«Si un joven tiene esta costumbre, que lo deje. Es un criminal. Puede decir que va para hacer el amor, pero esto no es hacer el amor. Es torturar a una mujer. Es una enfermedad», denunció el Papa durante la apertura del presínodo de los jóvenes que se celebra en el Vaticano.
Francisco escuchó el testimonio de una joven nigeriana que, engañada, llegó a Italia, donde cayó en la prostitución, y señaló ante el papa que muchos de los que acuden a prostitutas son católicos.
Asimismo, criticó lo que consideró un crimen contra la humanidad y que nace de una mentalidad enferma que dice que la mujer tiene que ser explotada.
En respuesta a los cuestionamientos de una chica argentina, Francisco también explicó que critica mucho el mundo virtual porque tiene muchos peligros, y puso el ejemplo de una familia en la que el padre y la madre ven la televisión mientras los hijos no dejan de mandar mensajes con su teléfono.
Francisco dijo que ese no es un mundo líquido como decía Zygmunt Bauman, sino que ha llegado a ser gaseoso y que aparta a los jóvenes de lo concreto.
Al contestar a un joven sacerdote, el Papa denunció el clericalismo en la Iglesia y criticó que el sacerdote sea a veces un jefe que solo tenga un papel de dirigente y que le preocupan los comportamiento poco paternos con sus comunidad.
El Pontífice respondió improvisando a las preguntas de los jóvenes durante la apertura del encuentro, organizado para preparar el sínodo de los obispos sobre los jóvenes que se celebrará en octubre.
En estos días se reunirán en grupos por idiomas unos 300 jóvenes de los cinco continentes, representantes de movimientos eclesiales y del voluntariado, de otras confesiones cristianas y de otras religiones y también chicos que llegan de situaciones delicadas como la cárcel o la toxicodependencia, además de que habrá tres víctimas de la prostitución y la explotación laboral.
También se han creado grupos en Facebook para que cualquier chico o chica de entre los 16 y los 19 años pueda participar en los debates y se han dado a conocer varias etiquetas de Twitter vinculadas a esta reunión para que los jóvenes también puedan expresarse en esta red social.