Para incluir el tipo penal de “tentativa de feminicidio” y garantizar la reparación del daño, la diputada Elizabeth Pérez Valdez y el diputado Héctor Chávez Ruiz, del PRD, presentaron una iniciativa de reformas a los artículos 63 y 325 del Código Penal Federal.
También, busca establecer que toda privación de la vida de una mujer sea investigada como feminicidio y sólo si el Ministerio Público no infiere la existencia de razones de género, se continuará la investigación con las reglas del delito de homicidio.
El documento, enviado a la Comisión de Justicia, para dictamen, y a la Comisión de Igualdad de Género, para opinión, menciona que para acreditar la tentativa de feminicidio se considerará preponderante el dicho de la víctima, así como la valoración psicológica y de riesgo.
Se presumirá que hay tentativa de feminicidio cuando las lesiones dolosas ocasionadas a una mujer tengan algún precedente de violencia respecto del mismo agresor.
Al responsable del delito de feminicidio o la tentativa de éste, además de sancionarlo, el juez deberá condenarlo también al pago de la reparación del daño a favor de la víctima o de quienes le subsisten.
También plantea agregar que existen razones de género, cuando hay antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en el ámbito digital.
La iniciativa destaca que el objetivo es obligar a las autoridades a aplicar los protocolos por violencia en razón de género y dotar de mayor protección a la víctima.
Agrega que incluir el tipo penal de “tentativa de feminicidio” podría resultar ocioso; sin embargo, “dadas las deficiencias que ha tenido el Estado mexicano de ejercer una protección real y efectiva a las mujeres, así como el alza desmesurada en la comisión del delito de feminicidio, es necesario y fundamental su implementación”.
Refiere que la violencia de género ha sido uno de los protagonistas en el país y el 2021 no fue la excepción, pues México sumó 3 mil 462 mujeres asesinadas de enero a noviembre, y de esa cifra 992 fueron feminicidios.
A pesar de que los números son estrepitosos y alarmantes, cobran más indignación aquellos delitos que al no ser investigados o perseguidos por feminicidio quedan en la impunidad y la opacidad de la ley, ya que en la mayoría de los casos el agresor atenta contra la vida de la mujer varias veces hasta lograrlo pues el feminicidio es la cúspide de una escala de violencia que tiende a ser progresiva, subraya.
Por ello, considera indispensable, ejercer las medidas pertinentes para desarticular la violencia desde el primer momento en que sucede y no permitir que siga avanzando hasta convertirse en feminicidio.