Jorge Quijano, padre de Ximena; y Angélica Serpa, madre de José Antonio, reiteraron su confianza en las autoridades para el esclarecimiento del asesinato, y aseguraron que le darán seguimiento desde Colombia, su país de origen

Los padres de dos de los estudiantes colombianos de medicina asesinados en Huejotzingo, Puebla, exigieron justicia a las autoridades; asimismo, solicitaron a los medios manejar el hecho con responsabilidad.

En conferencia de prensa, Jorge Quijano, padre de Ximena Quijano; y Angélica Serpa, madre de José Antonio Parada, agradecieron por la difusión del caso, así como a las autoridades de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), a la Fiscalía estatal y a los servicios forenses por el apoyo que han recibido.

Además de relatar cómo fue la estancia de sus hijos en la universidad poblana, ambos padres reiteraron su confianza en las autoridades para el esclarecimiento del asesinato, y aseguraron que le darán seguimiento desde Colombia, su país de origen.

Junto a Ximena Quijano y José Antonio Parada también fue asesinado un estudiante mexicano originario de Xalapa, identificado como Francisco Javier Tirado, además de un conductor de Uber identificado como José Emmanuel Vital.

La protesta

Cientos de estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) llegan a Casa Aguayo para protestar por el asesinato de los tres estudiantes de Medicina y el conductor de Uber, cometido el pasado domingo.

Gritaron consignas de justicia y traen pancartas con preguntas como: “¿Nosotros procuramos tu vida, quién por la nuestra?, ¿Por qué nos asesinan, si somos el futuro de América Latina?, ¿Cómo le explico a mi mamá que quizá hoy ya no regrese?”

Además llevan frases en las mantas que también están en Twitter con el hashtag como “#NiUnaBataMenos” “#NosEstánMatando” o “Mi familia espera un médico, no un cadáver” y “Vine a cumplir mis sueños, pero estoy viviendo una pesadilla”.

Varios alumnos usaron su bata manchada con rojo para simular la sangre, incluso algunos se amarraron las manos y pusieron una bolsa negra en el rostro. Además, al frente del contingente aparecen las batas llenas de sangre con los nombres de las tres víctimas