En México, el aguinaldo se destina para hacer compras navideñas, pagar deudas y en menor medida al ahorro.
Por ello, la plataforma Coru.com. explicó que carecer de dinero extra en enero y no contar con un plan de gastos, significa que los problemas financieros o comenzarán desde el primer mes del año.
Lo mejor es tomarse un tiempo antes para hacer un presupuesto básico y saber a grandes rasgos cómo organizar el futuro financiero.
Indicó que está demostrado que hacer un presupuesto y mantenerlo a largo plazo, hará que se tenga liquidez mientras se sale de deudas. Un presupuesto puede cambiar con el paso del tiempo, por ejemplo, si un mes se gasta de más o se tiene un imprevisto, se debería poder ajustar los gastos mensuales si se conocen gracias al presupuesto.
Un presupuesto básico debe considerar los ingresos o cuánto dinero tienes. Debe incluir el salario y todo aquel dinero extra que se recibe por renta de una propiedad, trabajos independientes, ganancias por ventas, y la estrategia más conservadora será elegir la cifra mensual más baja que se haya percibido en el último año.
Es importante conocer los gastos o cuánto dinero se gasta. Los gastos pueden ser fijos y variables; los fijos son aquellos que se pagan cada mes en la misma cantidad, y los variables pueden ser más costosos algunos meses y otros no.
Son gastos fijos renta, pago de servicios (luz, agua, gas.), cuotas de préstamos, tarjeta de crédito o deudas, telefonía y seguro; y los variables: comida, transporte, ropa y diversión.
Una vez que se sabe cuánto dinero se recibe al mes y cuánto se gasta, se suma todos los gastos y el resultado hay que restarlo a los ingresos. Este número dirá si estás gastando de más o no.
Si el resultado de ingresos-gastos es negativo, significa que no alcanzan los ingresos para sostener el nivel de gasto que tienes y hay que recortarlos o buscar más ingresos de inmediato. Si el resultado es positivo, se trata de dinero que idealmente se puede ahorrar, invertir o bien gastar con moderación.
En un comunicado, Coru.com citó recomendaciones para armar un buen presupuesto, entre las que destacan considerar el ahorro como un “gasto” fijo, es decir, descontar siempre algo del ingreso para el ahorro como una rutina; recortar gastos variables; hacer uso de herramientas como calculadoras, hojas de papel o incluso apps para monitorear los gastos diarios.
Finalmente, se deben fijar metas a corto, mediano y largo plazos, tanto para ahorro, como para reducir gastos; ajustar el presupuesto a la realidad que cada persona vive y no escatimar en conceptos vitales como comida, transporte o vivienda, sino en otros como servicios extra o entretenimiento semanal.