Los mercados de la capital poblana, durante la víspera y hoy por la mañana en sus distintas áreas, registraban una gran afluencia de madres de familia y abuelitas, acompañadas por sus hijos y esposos, quienes acudieron a las compras para la cena de Navidad.
En la zona de la verduras y frutas, compraban kilos de jitomates, zanahorias, papas, chiles poblanos, cebollas, ajos, así como cilantro, perejil, tomillo, laurel y el piloncillo para los chipotles rellenos, señaló doña
Lupita propietaria de uno de los puestos. Otras de los establecimientos que tenían una gran fila fue el de lácteos y abarrotes, en donde se veía como se llevaban litros de crema, quesos de distintos tipos y hasta el tradicional bacalao noruego.
Al respecto, la señora Alejandra Fernández mencionó que llevaba crema para preparar espagueti verde, para el cual también compró chiles poblanos y hierbas de olor para guisarlos, ya que dicho platillo le tocaba llevar a la reunión familiar.
Detalló que debido a que su familia esta integrada por muchas personas, se tienen que repartir la cena a fin de que no todo le toque guisar a las abuelas, por tanto, otros familiares, dijo, prepararon una pierna al horno con la receta familiar, chipotles capeados y rellenos de queso fresco, un buen bacalao y para los niños una lasaña.
En el caso de las carnicerías y establecimientos de pollos, los clientes buscaban la mejor pieza de pierna de cerdo, así como de muslos y alitas de pollo, a fin de degustar todos de los ricos platillos de temporada que preparan las mejores cocineras y cocineros del hogar, señaló Antonio Revilla, joven universitario.
Al recorrer el mercado, el olor de las frutas de temporada como la guayaba y el tejocote, así como la mandarina y naranja, dejan su aroma en cada puesto.
Además, los establecimientos que tienen el bacalao de importación, los tradicionales ayocotes, entre otros, traen recuerdos de la niñez a cada uno de los asistentes.