En la víspera del 2 de febrero, o la fiesta de la Candelaria, fieles católicos que son madrinas y padrinos de uno o varios niños Dios cumplen con vestirlos y al día siguiente lo llevan a bendecir a la iglesia.
Gloria Gómez Moreno comentó que tiene como ahijado un Niño Dios, es parte de la tradición y por lo tanto es comadre de Plácida Adame, de 68 años; entre ellas existe este lazo desde hace muchos años.
“Tengo 20 años siendo madrina del niño Jesús y al comprometerme no puedo dejar de ser su madrina, siento que es un mandato de Dios; pero cada quien toma esto como mejor lo desee. En mi caso así lo siento, así lo hago y así lo vivo. Cada año acostamos al Niño Dios el 24 de diciembre, desnudito, se le hace una oración y celebramos con un canto; aprovecho también en ese momento para pedir por mi familia y por la paz del mundo”.
Por su parte, la señora Silvia López atiende su negocio donde visten a los Niños Dios, ubicado en calle 10 poniente # 315, en el centro histórico de la Ciudad de Puebla (la Casa del Niño Dios), comentó que los precios y los colores que la gente pide para vestir la imagen del Niño Dios, son variados que van desde los cien pesos hasta los 800 o mil 200 pesos, según los aditamentos que el cliente quiera.
De acuerdo con la señora Silvia López, la gente que acude a su local para vestir a la imagen del Niño Dios, piden que lo vistan del niño doctor, de la abundancia, de las palomitas, azucenas, Cristo Rey, sagrado Corazón, y los costos van desde los cien pesos en adelante.
Asimismo, dijo que ella es la primera generación de su familia que realiza este trabajo de vestir a la imagen del Niño Dios, y por lo bien que han trabajado y el gusto de sus clientes que acuden a su negocio, se abrió otra sucursal, la cual está ubicado también en la calle 10 poniente # 507, este negocio es atendido por sus hijos y es la segunda generación de realizar este bonito trabajo.