Comida caliente, agua, un espacio para asearse y poder dormir, son parte de la ayuda que los poblanos, organizados por la Arquidiócesis de Puebla, ofrecen a la Caravana de Refugiados del Viacrucis Migrante.
“Respetemos la dignidad de las personas, no son basura como dijo un comentarista. Lo que hacemos es testimonio de solidaridad y de que podemos reconstruir tejidos sociales para mejorar y ayudarles”, comentó en entrevista con Notimex el presbítero Gustavo Rodríguez Zárate, responsable de la Pastoral del Migrante.
Indicó que será el próximo sábado cuando se espere el arribo del mayor número de migrantes centroamericanos provenientes de Matías Romero, Oaxaca, para que todos estén concentrados en Puebla y el lunes 9 de abril continúen su marcha hacia la Ciudad de México.
Explicó que a las 3:00 horas de hoy llegó un grupo conformado por 30 personas, poco después de las 12:00 horas llegaron tres autobuses con más migrantes, y será en el transcurso de la tarde y noche cuando se reciban tres camiones más.
“En total estamos esperando 830 migrantes centroamericanos registrados, pero calculamos otros 200 migrantes más no registrados. Entre ellos vienen niños, mujeres y jóvenes, además de los hombres adultos”, dijo.
El sacerdote católico y responsable de la parroquia Nuestra Señora de la Asunción, ubicada en la colonia Aquiles Serdán, mencionó que desde que comenzaron ha llegar los primeros centroamericanos, la mayoría de ellos provenientes de Honduras y El Salvador, han recibido ropa para cambiarse, zapatos, tenis, alimentos y medicinas.
Afuera del templo religioso se encuentra un parque público donde se han instalado carpas con unidades móviles a cargo de la Secretaría de Salud del Estado de Puebla, y personas de la Cruz Roja, y del Movimiento Migrante, quienes otorgan atención médica a quienes por voluntad propia lo soliciten.
A un costado del mismo parque se colocaron letrinas para el servicio de mujeres y otras más para los hombres; mientras que en medio del parque y cubiertos con una gran lona se instalaron las mesas donde jóvenes y mujeres voluntarias distribuyen de manera organizada los alimentos que consisten en arroz rojo, chicharrón en salsa, rajas con huevo, tortillas, pan, fruta y agua.
“Los grupos parroquiales, congregaciones religiosas, feligreses de Puebla, de San Felipe Hueyotlipan y algunos empresarios nos han otorgado toda la ayuda para poder dar los tres alimentos diarios para los hermanos migrantes; pero también hay cerca de 200 voluntarios quienes han aportado su tiempo para atender a todos de manera organizada”, detalló Rodríguez Zárate.
A decir del religioso, la principal razón por la cual los migrantes salen de su país es el alto grado de violencia que viven en sus comunidades de origen, como el caso de José Flores Amaya, originario de El Salvador, quien viaja con su esposa e hijos tras ser amenazados de muerte por bandas delictivas.
Agregó que también son desplazados por actos de discriminación, pobreza, marginación y falta de fuentes de empleo.
Rodríguez Zárate desde hace 30 años realiza trabajo pastoral a favor de los migrantes en Puebla, donde ha recibido año con año diversos grupos de migrantes hasta de mil 500 personas, y ya es común que en la parroquia a su cargo se reciba a la caravana de madres centroamericanas que buscan a sus hijos.
Gustavo Rodríguez agradeció a los poblanos que hayan atendido el llamado de la iglesia para apoyar a los migrantes con donaciones de ropa, papel higiénico, cepillos de dientes, toallas sanitarias, colchonetas, cobijas y muchos más enseres que se han distribuido en los tres templos religiosos que fungen como albergues para acoger a los integrantes de la caravana de migrantes.
Fotos: Es Imagen / Jafet Moz