El periodista de investigación Raúl Olmos afirmó que los dueños del mayor grupo gasolinero en México involucrado en el robo de combustible tenían vínculos con poderosos políticos de los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI).

En último día de los trabajos de la Conferencia Latinoamericana de Periodismo de Investigación (Colpin) 2019, explicó sus pesquisas sobre el «huachicoleo», que lo llevaron a descubrir cómo estaban involucradas en ese delito autoridades mexicanas e incluso el Ejército mexicano.

A principios de año, expuso, inició en el país una persecución contra los «narcotraficantes de combustible», actividad ilícita conocida como «huachicol».

Sin embargo, recalcó, este delito había estado ocurriendo desde hace muchos años, pero el gobierno lo venía tolerando. Prácticamente todos los ductos fueron intervenidos en una especie de «ordeña» de combustible, que provocaba grandes pérdidas a Petróleos Mexicanos (Pemex).

Pemex donaba miles de litros de combustible a gobiernos locales y al Ejército, que eran desviados y comercializados ilegalmente en una red de gasolineras de la República mexicana, la principal cadena, perteneciente a un grupo muy poderoso que tenía vínculos con políticos.

El periodista, quien ganó el premio de investigación «Javier Valdez Cárdenas» 2019, afirmó que su investigación logró comprobar que el general Eduardo León, quien se encargaba vigilar la infraestructura de Pemex, estaba involucrado con esa red.

Ese general fue escolta personal de Enrique Peña Nieto, antes de que fuera presidente de la República, y estuvo a cargo de un grupo de élite que no existía antes y se formó cuando llegó el mexiquense a los Pinos.

Entre las compañías involucradas, citó Hidromezclas, ligada a Javier Duarte, exgobernador de Veracruz, quien está preso por corrupción; el grupo Gasolinero del Sureste, de la familia de un exsecretario de Gobernación, en un sexenio panista.

Además Servicio Camémbaro, intervenido por la extinta Procuraduría General de la República (PGR), también por comercializar combustible robado.

Raúl Olmos afirmó que esas gasolineras vinculadas con políticos y el crimen organizado tenían que ver con combustible donado al Ejército, el cual fue desviado para ser comercializado.

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