Debido a la presencia de contaminantes en la atmósfera, específicamente partículas menores a 10 y 2.5 micras (PM10 y PM2.5), que mantienen en la zona metropolitana de Puebla niveles de concentración por arriba de los límites establecidos por la norma de salud NOM-025-SSA1-2014, la BUAP determinó suspender las clases el viernes 17 de mayo, como una medida para proteger la salud de sus estudiantes y contribuir con acciones a favor del medio ambiente.
Estos valores en la calidad del aire se han mantenido por más de 48 horas consecutivas y de acuerdo con la Red Estatal de Monitoreo Atmosférico del Estado de Puebla es probable que el mismo escenario continúe en las próximas 36 horas, señaló Marco Antonio Herrera García, del Centro de Estudios de Energía, Ambiente y Cambio Climático, de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas.
“Durante esta contingencia ambiental es importante tomar precauciones y eso es lo que hizo la BUAP, al suspender actividades académicas pensando en la salud de estudiantes y profesores, que cotidianamente se desplazan de un lugar a otro, lo que los expone en mayor grado a los contaminantes, enfatizó.
El especialista comentó que además, la dinámica urbana cotidiana contribuye a la generación de emisiones, como el prepararse para salir de casa: prender la estufa o el calentador para el baño; hasta el traslado en los vehículos para el trabajo o los centros de estudios, por lo que la Universidad busca al mismo tiempo apoyar en la disminución de los contaminantes que están presentes durante esta contingencia.
“Todos esos aspectos contribuyen a la generación de contaminantes; el propio movimiento de vehículos o de personas; aquí lo ideal y es algo muy apropiado que hace la Universidad es parar ese tipo de actividades, ya que se están excediendo las normas oficiales mexicanas en materia de atmósfera, y además, para coadyuvar con el medio ambiente, porque ya las concentraciones que se están dando en la ciudad de Puebla son considerables”, dijo.
Herrera García aseveró que esta contingencia ambiental atmosférica en la Zona Metropolitana del Valle de Puebla se debe a una confluencia de factores, entre estos los incendios forestales que se están presentado en la zona boscosa de la región, la actividad del volcán Popocatépetl, una mayor irradiación del sol por la época de estiaje, además de otras fuentes propias de la dinámica urbana, como la circulación vehicular -en la ciudad de Puebla transitan alrededor de 900 mil automotores-, la industria y la actividad del ser humano.