Durante décadas, se usó la etiqueta “ovni (objeto volador no identificado)” para referirse a los avistamientos de supuesta naves procedentes de otros mundos, sin embargo, ahora el Pentágono y la NASA han cambiado el término a “UAP” (fenómenos aéreos no identificados, por las siglas en inglés de Unidentified Anomalous Phenomena.
El Pentágono publicó un informe en 2021 sobre las investigaciones de una serie de avistamientos en el cielo inexplicables, que ocurrieron entre 2004 y 2021.
El Pentágono aseguró que no hay evidencia de que los avistamientos hayan sido enviados por extraterrestres, pero el informe, exigido por el Congreso como parte de la Ley de Autorización de Inteligencia Nacional de 2021, confirma que los avistamientos siguen “sin ser identificados”.
La NASA creo un grupo de investigación especial
En 2022, la NASA anunció que dedicaría recursos a la creación de un grupo científico de investigación de los femómenos conocidos como “ovni”, peor que los denominaría ahora UAP para analizar las “observaciones en el cielo de algo que no puede identificarse como aeronaves o fenómenos naturales conocidos”.
El 31 de marzo de 2023, la NASA presentó el primer informe de lo que el gobierno llama “fenómenos anómalos no identificados (UAP)”, que fue realizado por 16 miembros expertos de campos que van desde la física hasta la astrobiología que examinaron los avistamientos de objetos no clasificados.
“Si tuviera que resumir en una línea lo que siento que hemos aprendido, es que necesitamos datos de alta calidad“, dijo el presidente del panel, David Spergel, durante los comentarios de apertura.
La NASA dijo que el enfoque de la sesión pública de cuatro horas en la sede de la agencia en Washington fue realizar “deliberaciones finales” antes de que el equipo publique un informe, que según Spergel estaba previsto que se publicara a fines de julio.
El equipo tiene “varios meses de trabajo por delante“, dijo Dan Evans, un alto funcionario de investigación de la unidad científica de la NASA, y agregó que los miembros del panel habían sido objeto de abuso y acoso en línea desde que comenzaron su trabajo.
Durante esta presentación, el jefe de la recién formada Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO) del Pentágono, Sean Kirkpatrick, reprodujo grabaciones de dos anomalías que se están estudiando.
El primero, que muestra un orbe metálico en vuelo en un lugar sin nombre en el Medio Oriente en 2022, fue típico de muchos de los fenómenos que se están estudiando. Ese incidente, dijo Kirkpatrick, es uno del pequeño porcentaje de los 800 casos que se están revisando y que se consideran genuinamente anómalos.
Académicos de la UNAM explican el término UAP
José Franco, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM, explicó que el término UPA no habla de objetos, sino de fenómenos atmosféricos no identificados, porque no necesariamente son objetos.
“La palabra que se usaba antes –OVNI, o UFO en inglés– daba la impresión de que eran cosas sólidas, que efectivamente había algo sólido, pero no es el caso. Hay una enorme cantidad de fenómenos atmosféricos que no son objetos sólidos, puede darse el caso, incluso, que estas supuestas imágenes sean únicamente un ‘fantasma’, un reflejo, dentro de los sistemas que obtienen la imagen. Esta es la razón por la cual se decidió cambiar el nombre”.
José Franco
Para Julieta Fierro, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM,aseguró que “es muy difícil asegurar que un objeto o un fenómeno atmosférico sea realmente una nave hecha por humanos o por extraterrestres. Por ejemplo, si uno ve un mosquito ¿a qué velocidad pasa? Un metro por segundo para uno es muy rápido, porque lo tenemos muy cerca. Ahora pregunto: ¿a qué velocidad se mueve el Sol? El Sol se mueve alrededor del centro de la galaxia, como la Tierra alrededor del Sol, a una velocidad bastante alta, cercana a los 250 kilómetros por segundo. Pero desde la Tierra, el Sol se mueve lento respecto de un mosquito, pero éste se mueve a un metro por segundo y el Sol a 250 kilómetros por segundo, además, se mueve hacia el centro del cúmulo de la galaxia a 3600 kilómetros por segundo. Es decir, si no conoces el objeto no puedes medir su velocidad, no sabes si es un objeto cercano que se mueve muy rápido respecto de ti o de un objeto lejano”.
Hay reportes, tanto militares como civiles de estos avistamientos UAP, que son cosas que llaman mucho la atención, especialmente para las agencias de seguridad, por eso han decidido investigar estos fenómenos.
Julieta Fierro explicó que la investigación de estos fenómenos ahora es importante para los grupos de seguridad de Estados Unidos y otros países, porque si algunos de estos reportes son realmente de objetos como naves o drones puestos por alguna nación extranjera para espiar y obtener algún tipo de información estratégica, representa “un gran problema de seguridad”.
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