Por Tomás Castaneira / Izúcar de Matamoros

Durante la mañana de este miércoles, en el plantel del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios 184 (CBTIS), ubicado en Izúcar de Matamoros, se suscitó un incendio en un son de clases.

Manos extrañas, con toda premeditación, entraron al salón y regaron aserrín por todos lados y sin medir las consecuencias le prendieron fuego.

Las llamas, al quemarse el aserrín, alcanzaron algunos pupitres y el mueble dónde los alumnos guardaban sus proyectos, sus trabajos, por lo que indignados comentaron que está vil acción de algunas personas les afectará en sus calificaciones.

Incluso, comentan que ya había personal de intendencia y algunos administrativos; «no es posible que no se hallan dado cuenta de quién pudo ser el responsable de este lamentable hecho», comentaron.

Además, indican que probablemente  algunos alumnos, hasta el momento no identificados, son los responsables de este siniestro.

Las llamas alcanzaron llegaron al techo; sin embargo, no pasó a mayores, solo se quemaron el mueble dónde guardaban sus proyectos y un pupitre.

Pero lo que les extraña es que los directivos y personal docente no hallan tomado las medidas necesarias para investigar quién o quienes fueron los responsables y andan muy quitados de la pena, sin hacer caso a este grave caso.

Dicho plantel educativo se ha visto envuelto en muchos escándalos y los directivos siguen en sus cargos sin que se les investigues su negligencia y falta de atención a los problemas que se han suscitado.

Anteriormente, en esta escuelas a algunas alumnas se les encontraron pequeñas dosis de droga, de la llamadas cristal; no obstante, no se informó si fueron expulsadas o que medidas se tomaron para solucionar este problema.

Por lo que los alumnos están en la zozobra e incertidumbre de lo que pueda pasar más adelante, porque ya no hay respeto ni para la escuela ni para los docentes y directivos de algunos alumnos

Esperan que por la negligencia de los directivos, al no poner más atención en los problemas que se suscitan, no vaya a suceder algo más grave y ponga en riesgo la integridad física de los alumnos, y se tenga que lamentar después