Los científicos ven “preocupante” el aumento en la propagación del coronavirus en Europa, donde doce países ya presentan índices de riesgo de rebrote (EPG) alto -por encima de 100-, y confirman que la segunda ola de la COVID-19 está expandiéndose por el continente.
Los científicos alertan de ello en un informe elaborado por los centros españoles el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP) de Badalona y el Grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos (BIOCOMSC) de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), y remitido esta semana a la Comisión Europea (CE).
El informe confirma que la segunda ola del coronavirus -que este mismo grupo de científicos ya avanzó que llegaría hace tres semanas- está impactando de lleno Europa, con un “aumento de casos preocupante” que llega a “35,000 nuevos positivos diarios, sin signos de mejora”.
En otro informe publicado a principios de septiembre, los mismos investigadores pronosticaron que la situación actual de la epidemia podría llegar y advirtieron que España era la avanzadilla en Europa.
El nuevo informe destaca que esta semana el número de países europeos con un alto riesgo de crecimiento de la pandemia (índice EPG superior a 100) ha aumentado, con datos del 22 de septiembre, hasta doce:
República Checa (296)
Luxemburgo (278)
Chipre (240)
Francia (234)
España (227)
Países Bajos (156)
Hungría (153)
Malta (138)
Austria (121)
Bélgica (121)
Dinamarca (114)
Rumanía (102)
El EPG es el índice que mide los posibles nuevos casos diagnosticables en los próximos 14 días y se calcula multiplicando la velocidad de propagación del virus (Rt) por la incidencia acumulada de casos positivos en los últimos 14 días.
El estudio “Análisis y predicción de COVID-19 para UE-EFTA-Reino Unido y otros países” ha sido elaborado por los científicos de la BIOCOMSC-UPC Clara Prats; Sergio Alonso; Enric Álvarez; Miquel Marchena; David Conesa y Daniel López, y los expertos el IGTP Martí Català y Pere-Joan Cardona.
Según estos científicos, la situación, sin embargo, no puede ser comparada con la de los meses de marzo y abril, “donde la mayoría de casos diagnosticados eran serios y muy serios”, pero apuntan que si “la incidencia continúa creciendo viviremos situaciones de colapso hospitalario”, escenario “al que se está acercando el área metropolitana de Madrid”, advierten.
El informe señala que esta segunda ola “puede ser frenada o eliminada con las medidas oportunas”, como lo ha demostrado Italia o el área metropolitana de Barcelona, que, según este estudio, es un ejemplo de zona “muy densa y poblada” donde se puede ralentizar el aumento de contagios.
La expansión del virus “es rápida y contenerla es lento y costoso”, reconocen.
La Incidencia Acumulada (IA) por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días ha vivido un incremento aproximado del 75 % en los países europeos con cifras más altas: 197 en Francia; 196 en República Checa; 108 en Hungría; 110 en Países Bajos; 92 en Rumanía y 113 en Bélgica, mientras que en España es de 243, dato que se triplica en la Comunidad de Madrid (633,4).
Todas las evidencias científicas -relata el informe- muestran que la distancia de seguridad de entre 1,5 y 2 metros es una de las medidas más efectivas para reducir la expansión del virus; teniendo datos que a más de 5 metros de una persona infectada no se producen contagios en ambientes cerrados, como oficinas, aviones o trenes, ni a menos de 3 metros en espacios abiertos.
El análisis de los expertos destaca la diferencia entre distancia física y social: la distancia física se puede establecer y medir, pero es más difícil la social, porque “los niños, igual que los adultos, se relacionan más con un grupo particular que con los otros compañeros en la clase”.
Esta distinción entre distancia física y social la están estudiando para comprobar si la reducción de grupos en las escuelas, como los “grupos burbuja”, reducen realmente la propagación del virus.
En su informe, los especialistas alertan también que están aumentando “los discursos que niegan la existencia de la pandemia y del propio virus“, una cuestión que les preocupa, por lo que reclaman “incrementar la cultura científica de la población”.
Con información de EFE