Artistas independientes se manifestaron contra la privatización del Teatro Principal, encabezados por Julio Julián, Lorena Figueras, Guillermo Altamirano, Oskar Santellán, dijeron estar en contra de dicha medida votada la mañana de ayer por diputados locales de LIX Legislatura del Congreso del Estado.
Esto, debido a que el 31 de agosto, los legisladores aprobaron un decreto para suprimir el Patronato del Teatro Principal y que este pase a ser administrado por el Organismo Público Descentralizado (OPD) “Convenciones y Parques”.
En este sentido, la comunidad artística aseguró que desde el año pasado varias compañías poblanas no pudieron utilizar el dicho recinto a que el inmueble ya no pertenecía a la Secretaría de Turismo, sino al OPD, cuando el decreto aún no era aprobado.
Por lo que los artistas piden que dicha medida sea consultada de manera popular para que los poblanos decidan si ese será el destino de este recinto teatral, reiteraron que la privatización del Teatro Principal hará que su uso sea “inaccesible” debido a los altos costos de renta.
Asimismo, aclararon que este movimiento es apartidista, pues son creadores y solo quieren beneficiar y enriquecer al movimiento cultural poblano.
«Nuestra preocupación como artistas poblanos es que al tener a Convenciones y Parques dentro de su facultades la concesión parques, salones y auditorios se abra la posibilidad de que éste inmueble histórico sea concesionado a particulares, sin embargo, por la importancia histórica de dicho inmueble considerado como el espacio teatral más antiguo de América Latina, el funcionamiento que representa identidad cultural, no debería ser arrebatado del seno de su comunidad mediante la privatización que obedece intereses personales o minoritarios, los artistas, de ahora en adelante, podremos tener acceso al inmueble cubriendo un costo de 44 mil pesos por la renta del espacio, sin considerar gastos y dando un porcentaje de las entradas al Ayuntamiento. Estas condiciones hacen imposible costear nuestro acceso al teatro”.
Para finalizar, enfatizaron que dicha privatización del espacio afectará no solo a músicos, actores o bailarines, sino también a gestores culturales, diseñadores, vestuaristas, iluminadores y todos aquellos que estén involucrados en el arte y la cultura.