La Comisión para la Igualdad de Género del Senado de la República expresa su preocupación por la intención de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) de cumplir con la sanción que le impuso la FIFA por el grito homofóbico en partidos femeniles, toda vez que el castigo implica que los dos próximos partidos del equipo mexicano sean jugados sin público, lo que afectaría al equipo femenil.
Inquieta que la pretensión de la Federación sea resolver una sanción por homofobia con una medida sexista e incluso misógina, ambas conductas absolutamente inadmisibles. Además, el mensaje que enviaría sería no sólo de desdén para las mujeres sino para las poblaciones LGBTTTI que lograron, con enormes esfuerzos, que la FIFA sancionara esta conducta homofóbica.
Es inaudito que se pretenda que la liga femenil salga “al rescate” de la liga varonil. Incluso, de materializarse este hecho, la FIFA debería imponer otra sanción diferente a la liga mayor varonil, ya que los hombres deben aprender a hacerse responsables de las consecuencias de sus actos individuales y colectivos.
Este acto discriminatorio se suma al hecho, denunciado por las propias seleccionadas y por jugadoras de diferentes equipos femeninos mexicanos, de las desigualdades, discriminación y machismo en materia de salarios, inversiones en los equipos y apoyos a las jugadoras.
Basta recordar que las mujeres hemos sido utilizadas como botín de guerra, pieza de negociación, como “juanitas”, tratadas y cosificadas a lo largo de la historia de la humanidad, por lo que sería inadmisible que ahora en el deporte, por intereses económicos, se busque que las mujeres paguen por algo que no cometieron.
Precisamente, para cambiar la cultura machista, son las sanciones de la FIFA, como suspender a un equipo porque su afición incita al odio y a la violencia, fomenta la discriminación con gritos homofóbicos que son representaciones vivas del machismo agresivo que envuelve al patriarcado, el que desprecia lo femenino, que impone una masculinidad violenta y que rechaza a quienes son diferentes o no son masculinos, según los roles y estereotipos que buscan seguir imponiendo.
Por todo lo anterior, la Comisión para la Igualdad de Género del Senado exhorta a la Federación Mexicana de Fútbol a que:
– Asuma su responsabilidad en la falta de medidas para cumplir con el protocolo establecido por la FIFA para erradicar los gritos homófobos y discriminatorios de los estadios en México;
– Fortalezca dicho protocolo y lo haga cumplir de manera estricta en todos los estadios y partidos de la Liga Mexicana de futbol, así como en los partidos locales de la Selección;
– Evite realizar un grave acto discriminatorio contra las mujeres futbolistas, haciendo que sea la Selección femenina la que asuma la sanción que es resultado de actos realizados en los partidos de la Selección masculina;
– Concrete el compromiso que tiene con la erradicación de estos actos homófobos y discriminatorios, haciendo que sea la selección masculina la que juegue dos partidos sin público y aproveche esta oportunidad para informar ampliamente a los clubes y los aficionados de que para la FMF son intolerables dichas actitudes.
Hacer que un equipo femenil sea el que pague dicha sanción sería una incongruencia y un retroceso fatal que iría en contra del espíritu de la existencia de la sanción en sí misma y de la lucha por erradicar la violencia de género y cualquier conducta de odio y discriminación tanto en el espacio deportivo como en la sociedad en general.