Al tiempo de exhortar a los productores de maíz para adaptarse a las nuevas condiciones y exigencias de la naturaleza, el presidente Luis Márquez Lecona hizo una comparación entre la producción de este grano y la manzana, ya que ambos cultivos son importantes en la zona y «tenemos que multiplicar alternativas para reactivar la cosecha de productos fundamentales para la vida», esto durante la presentación de una parcela demostrativa de alto rendimiento de la gramínea.

Esta semilla además de ser resistente en un alto porcentaje a los cambios bruscos del clima, también permite incrementar el volumen de la producción, al pasar de dos hasta ocho toneladas por hectárea sembrada, un 300 por ciento, de acuerdo a lo detallado por el director de Desarrollo Rural, Oscar Barrios.

En la comunidad de Tomatlán, a un costado de la parcela demostrativa, el presidente Luis Márquez Lecona resaltó que desde el inicio de su administración han demostrado con hechos el interés y preocupación por el fortalecimiento y desarrollo del campo y reiteró su agradecimiento al Cabildo “que con escaso presupuesto mantienen su aprobación a este tipo de proyectos».

También reafirmó su compromiso para seguir con la gestión de recursos ante los diferentes niveles de gobierno, para invertir en los rubros donde más se requiere en el municipio.

En su oportunidad Oscar Barrios destacó que una de sus tareas es la de poner al servicio de los productores las innovaciones tecnológicas que mejoren la cosecha y respondan a las necesidades agrícolas, ganaderas y frutícolas “actividad secundaria que debe observarse como negocio, cito un ejemplo, el estudio de este proyecto estratégico arrojó 83 mil plantas por hectárea, con una densidad de 20 centímetros entre cada una, si apostamos por medio de una sembradora de «tiro animal» al diseño de cultivo en maíz de alto rendimiento, el resultado como la lo dije puede ser incluso mayor a 8 toneladas».

Añadió que el maíz con el que se trabaja no es transgénico, sino que se trata de un maíz mejorado conocido como «híbrido».

Finalmente argumentó que es de suma importancia la conservación del suelo, ya que se ha ido perdiendo «tenemos que conservar el restrojo de la cosecha, dejando que se incorpore y se descomponga, para el próximo año tener una humedad favorable para que la semilla germine».