El diputado Mariano González Aguirre (PRI) presentó una iniciativa que reforma la Ley Orgánica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para que los investigadores del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) reciban sus aportaciones en un rango mínimo de 16 mil 346 pesos hasta los 40 mil 866.
Subrayó que es necesario establecer criterios mínimos que permitan a los miembros del SNI y de la comunidad científica, tener garantizados sus ingresos.
Lo anterior, indicó en un comunicado, toda vez que la desaparición de los fideicomisos resultó en insuficiencias al interior del Conacyt, dejando fuera de la red de apoyo a uno de cada cuatro investigadores en el país.
“Es preciso combatir el debilitamiento de la ciencia y la tecnología en México, ante las políticas de austeridad que merman la posición de nuestro país frente al mundo en este rubro”, aseveró.
González Aguirre expuso que su propuesta plantea que los investigadores —desde nivel candidato hasta los eméritos— reciban sus aportaciones en un rango mínimo de 16 mil 346 pesos hasta los 40 mil 866, además de los apoyos extraordinarios que contempla la ley, con base en una medida transparente e incremental.
Manifestó que la ciencia y la tecnología han sido muy lastimadas en los últimos años, y esto ha provocado la reducción de la investigación en niveles 10 veces menores que Portugal y 25 menos que países como Suecia o Australia, por ejemplo.
“No sólo ya no invertimos dinero en la investigación como antes, sino que hay una tendencia clara para debilitarlas”, indicó.
Además, insistió, la crisis que ocasionó la desaparición de los fideicomisos resultó en insuficiencias al interior del Conacyt, y en lo particular en el SNI, dejando fuera de la red de apoyo a uno de cada cuatro investigadores en el país.
Cuestionó que la administración actual haya asignado apenas el 0.4 por ciento a la producción académica y científica, lo que representa 49 mil 390 millones de pesos, mientras que, en el pico más alto del sexenio pasado, se otorgaron casi 89 mil millones de pesos a este mismo sector.
El SNI, por ello, comentó, se ha visto forzado a desproteger a más de 33 mil académicos que forman parte de él y laboran en todo el país.
“Esto es preocupante, en especial porque en los últimos 30 años este organismo había generado excelentes esquemas de liderazgo y rendición de cuentas, incluso por encima de sistemas similares como la Sociedad Real en Reino Unido o la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia en Estados Unidos”, finalizó.
Foto: Cámara de Diputados