El presidente de Ecuador, el derechista Guillermo Lasso, enfrenta este sábado un debate en el Congreso para votar su destitución por la «conmoción interna» que dejan 13 días de sangrientas protestas indígenas contra el elevado costo de vida.
La sesión del pleno se reunirá a partir de las 18H00 locales (23H00 GMT) ante el llamado de la tercera parte de la Asamblea Nacional que ve en el mandatario la causa de la «grave crisis política y conmoción interna» que vive el país.
Mientras tanto las protestas siguen sacudiendo Ecuador, especialmente Quito, donde unos 10 mil indígenas venidos de sus territorios marchan en distintos puntos de la capital al grito de «¡fuera Lasso, fuera!»
Los 47 miembros de la bancada de Unión por la Esperanza (Unes), afín al expresidente socialista Rafael Correa (2007-2017), solicitaron el viernes la salida del poder del presidente, un exbanquero de derecha que asumió el cargo en mayo de 2021.
Aislado por covid, Lasso arremetió contra el líder de las manifestaciones, Leonidas Iza, presidente de la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie).
La intención real del señor Iza es el derrocamiento del gobierno (…) no tiene control de las manifestaciones ni de la criminalidad que sus acciones irresponsables han generado», declaró Lasso.
Ríos de indignados con ponchos rojos, palos y escudos artesanales exigen reducir el precio de los combustibles entre otras medidas para aliviar la pobreza de sus pueblos. Atrás van dejando barricadas con troncos y neumáticos quemados en una ciudad semiparalizada y exhausta.
Tras dos jornadas violentas el jueves y viernes, Quito despierta tranquila y a la expectativa del debate de destitución.
Ecuador ganó fama de ingobernable tras la salida abrupta de tres mandatarios entre 1997 y 2005 ante la presión social.
La destitución requiere 92 de los 137 votos posibles en el Congreso, en el cual la oposición es mayoría, pero está dispersa.
Lasso deberá ser convocado a la sesión de la tarde para defenderse y en su presencia se abrirá un debate cuya duración será determinada por el presidente del Legislativo.
Una vez concluída la discusión, los diputados tienen un máximo de 72 horas para resolver sobre el pedido de destitución.
De ser aprobado, asume el vicepresidente Alfredo Borrero y se llama a elecciones presidenciales y legislativas para el resto del periodo.
Las últimas dos noches Quito ha sido escenario de cruentos enfrentamientos entre la fuerza pública y los manifestantes con bombas molotov, cohetes pirotécnicos, gas lacrimógeno y granadas aturdidoras.
La rebelión indígena deja seis civiles muertos y un centenar de heridos en 13 días, según la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos.
Las autoridades registraron más de 180 lesionados entre militares y policías y prometieron reprimir más enérgicamente las manifestaciones.
Contraprotestas
Desgastada por la crisis, con comercios cerrados y desabastecimiento de algunos productos, Quito también es escenario de contraprotestas.
Cientos de ecuatorianos se movilizan en paralelo con consignas opuestas: «¡Fuera Iza, fuera!».
Caravanas de vehículos de alta gama recorren zonas acomodadas retumbando sus bocinas y ondeando banderas blancas.
Ecuador, cuya dolarizada economía empezaba a recuperarse de los efectos de la pandemia, pierde unos 50 millones de dólares diarios por las crisis.
El gobierno asegura que reducir los precios del combustible como claman los indígenas le costaría al Estado más de mil millones de dólares al año en subsidios.
La industria petrolera, el principal rubro de exportación ecuatoriano, está produciendo al 54% de su capacidad, por la toma de pozos (918 cerrados) y los cortes de ruta en medio de las protestas.
Sin mayor respaldo político, Lasso cuenta por ahora con el apoyo de los militares, que cerraron filas en torno a su gobierno.
Fuente: AFP