El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este jueves que planea mandar entre 2 mil y 4 mil militares a la frontera con México.
Un día después de ordenar a su Gobierno el despliegue de reservistas de la Guardia Nacional en la zona limítrofe para combatir la inmigración ilegal, el Mandatario habló de los efectivos que enviaría.
Asimismo, insistió en que los elementos militares permanecerán en la frontera hasta la construcción del muro fronterizo prometido desde su campaña presidencial.
Trump ordenó este miércoles a su Gobierno trabajar con los Gobernadores de los estados fronterizos para desplegar «lo antes posible» efectivos de la Guardia Nacional en la frontera, pero hasta ahora no había indicado cuántos militares enviaría.
La ley prohíbe usar a los militares para tareas de seguridad y orden público a nivel nacional, por lo que los miembros de la Guardia Nacional tendrán un papel limitado en la frontera y no podrán dedicarse a detener migrantes que lleguen a la zona limítrofe.
Se espera que la Guardia Nacional apoye a los agentes fronterizos en operaciones aéreas para detectar actividades ilegales, así como en labores mecánicas, como reparación de vehículos, además de ofrecer cuidados médicos a los inmigrantes que lo necesiten.
«Lo que haremos será liberar a los agentes fronterizos para que pueden hacer cumplir la ley», indicó hoy la sSecretaria de Seguridad Nacional, Kristjen Nielsen, en declaraciones a la prensa.
Los gobernadores republicanos de Texas, Arizona y Nuevo México ya han respaldado la iniciativa de Trump, y falta que se posicione California, que por su tamaño y por su claro dominio demócrata se ha erigido en uno de los principales contrapesos a las políticas del Presidente, especialmente en materia migratoria.
El Gobierno de Trump ha atribuido la decisión de enviar a los militares al aumento de aprehensiones de indocumentados en la frontera en febrero y marzo de este año, además de a la inacción del Congreso respecto a los intentos de reforma migratoria del presidente.
No obstante, el anuncio llegó poco después de que Trump se enfureciera al enterarse de que una caravana de cientos de inmigrantes centroamericanos recorría México en dirección a Estados Unidos.