La diputada Ciria Yamile Salomón Durán (PVEM) señaló la importancia de apoyar al campo mexicano y destinar recursos suficientes para su desarrollo, a fin de alcanzar la autosuficiencia alimentaria.
Lo anterior, en un comunicado tras participar en el Foro Internacional “Hacia la innovación Tecnológica, la Sustentabilidad y el Desarrollo del Campo Mexicano”, con el fin de coadyuvar a la estrategia de lograr la autosuficiencia alimentaria.
Esto, dijo, con base en tres objetivos: disminuir la enorme brecha de desigualdad existente entre los habitantes rurales y de las ciudades; cuidar la tierra y detener la explotación irracional de los recursos naturales.
«Es momento de hacer conciencia sobre el uso de insumos de origen biológico y mineral para alcanzar la restauración productiva de los suelos y dar capacidad a una mayor producción de alimentos, de mejor calidad”, indicó Salomón Durán.
En ese sentido, llamó a hacer un frente común que impulse el desarrollo del campo.
“Lo anterior incluye que el Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 contemple recursos suficientes para el sector. Hay que atender, muy particularmente, lo que respecta al cuidado y protección de los granos y las semillas. Estamos convencidos de que no puede haber autosuficiencia alimentaria si no hay un auténtico apoyo al campo” advirtió.
En el debate sobre la sustentabilidad de la actividad agropecuaria, participaron pequeños productores nacionales, así como técnicos especialistas de Granada, el Reino de los Países Bajos, República Argentina y República de Colombia.
Hablaron sobre sus experiencias en temas de innovación tecnológica, reconversión productiva, estrategias de agricultura regenerativa, uso del agua, degradación de suelos y cambio climático; autosuficiencia alimentaria y presupuesto para el campo.
Los ponentes coincidieron en que la falta de agua, la contaminación y degradación de los suelos, y más recientemente, los efectos del cambio climático, con sequías o tormentas, obligan a un cambio de paradigma en las técnicas de cultivo, las políticas públicas y los hábitos humanos, a fin de proteger la naturaleza y permitir una auténtica capacitación de los campesinos, es decir, que tengan acceso a la innovación tecnológica.
En representación de la Secretaría de Agricultura, Salvador Fernández Rivera, hizo hincapié en que la sustentabilidad del campo va más allá del suelo, del agua, tiene que ver también, con no afectar más la biodiversidad y atender las necesidades de la población.
«Tan sólo en zonas urbanas, las estadísticas indican que el 38 por ciento no tiene poder adquisitivo para adquirir la canasta básica, otro 70 por ciento, padece de sobrepeso y obesidad, y qué decir de las regiones pobres donde hay deficiencias de micronutrientes que afectan el potencial humano”, indicó.
La funcionaria del Conacyt, Edith Calixto Pérez, sostuvo que en los últimos dos años la institución ha invertido 165 millones de pesos en proyectos de investigación científica y tecnológica para encontrar nuevas prácticas biotecnológicas, que sustituyan a los agroquímicos tóxicos y para diseñar maquinaria agrícola 100 por ciento mexicana.
Francisco Ibañez Pérez, de la Semarnat, habló de cuestionar la efectividad del modelo de agricultura industrial y abrir la posibilidad de ecologizar los monocultivos, ya que México no debe sostener su producción con base en tres granos: maíz, trigo y arroz, porque estos cultivos han provocado una devastación brutal del suelo.
Por su parte, los diputados Tomás Gloria Requena y Antonio Ramírez Ramos reconocieron que México depende de casi todos los insumos que se requieren para hacer producir la tierra, lo que obliga a que las políticas públicas impulsen el financiamiento al campo.
“Mucho del recurso destinado al sector no se utilizó para lo que se requería, hoy se está redistribuyendo el dinero, y ojalá se abra una ventana al diálogo, al análisis, para proponer no sólo presupuesto sino estrategias acordes a las necesidades de cada región” insistió el diputado Gloria Requena.
En tanto, Ramírez Ramos se refirió a la problemática del agua y pidió crear conciencia sobre las prácticas habituales en el uso del vital líquido en sectores económicos como el agrícola, energético y la industria; recordó que el impacto de la sequía severa y moderada ya alcanza el 81 por ciento del territorio mexicano.
“Los gobiernos están obligados a instrumentar políticas públicas que aseguren el recurso a las presentes y futuras generaciones; es urgente que los gobiernos empiecen a utilizar nuevas técnicas de cultivo de agua, como la micro y macro captación, la derivación de manantiales, la cosecha de agua de techos de viviendas o la captación de agua atmosférica ” remarcó
Los pequeños productores Fidel Hernández y Eliceo Pérez Sánchez evidenciaron el aislamiento en que se encuentran los agricultores; «no hay presupuesto, tampoco conocemos las técnicas nuevas de cultivo y no tenemos la certeza de que los productos lleguen al mercado a precios justos”, dijeron.
Mencionaron que muchos cultivos se riegan con aguas residuales y contienen altas concentraciones de metales, por lo que demandaron la instalación, por ley, de plantas tratadoras de agua, a fin de detener las afectaciones al suelo y la salud humana.
Advirtieron que de no tomar medidas que mitiguen los efectos del cambio climático, se acelerará la infertilidad de las tierras y con ello, la capacidad natural de producir alimentos.
Recordaron la alerta de los expertos respecto a que no hacer ajustes en las políticas públicas implicaría que en el 2050 perdamos hasta el seis por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en la producción a nivel global.
Foto: Cámara de Diputados