Los Ángeles, 7 Jun (Quién).- Después de su última visita a Reino Unido para la coronación de su papá, el rey Carlos III, Harry regresó a Inglaterra para declarar como testigo en el juicio contra los tabloides a los que culpó principalmente de haber violado su privacidad y acosarlo tanto a él como a su esposa Meghan Markle.
Este martes, Harry llegó al Tribunal Superior de Justicia de Londres para testificar contra la editorial Mirror Group Newspapers, a quienes acusa de intervenir sus llamadas telefónicas durante diez años con el objetivo de espiar su vida privada. Con un look muy formal compuesto de traje gris y camisa blanca, Harry de 38 testificó en el estrado. El príncipe pertenece a un grupo de famosas personalidades que interpusieron una demanda colectiva en 2019 contra el grupo editorial. Los otros integrantes del grupo son los actores de Coronation Street Michael Turner y Nikki Sanderson, además también la ex esposa del cómico Paul Whitehouse, Fiona Wightman. Este hecho fue histórico, pues Harry es el primer miembro de la familia real que declara en un estrado en más de 100 años. El último fue el rey Eduardo, quien fue testigo en un caso de divorcio en 1870.
Durante su testificación, Harry fue sometido a un duro interrogatorio en el que además fue muy duro con sus críticas a los medios. «Más de miles, tal vez millones de artículos han sido escritos sobre mí desde que tenía 11 años. La invasión de la prensa ha sido mayor parte de mi vida hasta el día de hoy», recordó. Cabe mencionar que el juez a cargo del caso, solo analiza 33 de estos artículos. «Cada uno de estos artículos me causó sufrimiento. Otras personas, amigos, compañeros de escuela leían los artículos y su comportamiento cambiaba», aseguró. También admitió que esto lo hizo sentir «paranoia» sobre sus relaciones, desconfiando de cualquiera que pudiese dar datos sobre él, por lo que su círculo de amigos se vio reducido. Sin embargo, aunque consideró difícil de creer cómo habrían los medios conseguir toda la información de él que se filtró, más que interviniendo su teléfono, no pudo aportar pruebas sobre dichas acusaciones.