El diputado Éctor Jaime Ramírez Barba (PAN) impulsa reformas a la Ley General de Salud, para el ejercicio de la acción de prevención y control de las enfermedades no transmisibles, comprenda el establecimiento, diseño, organización, coordinación y vigilancia del Registro Nacional de Enfermos Renales.
La instrumentación y funcionamiento de ese Registro se determinará en el reglamento que emita para ese fin la Secretaría de Salud.
En los considerandos se señala que dicho Registro permitirá articular y evaluar políticas públicas acordes a la realidad del país, tomando en cuenta la distribución geográfica y etaria de los pacientes, diseñar terapias de sustitución renal más eficientes para cada grupo de pacientes y realizar cálculos de asignación presupuestal, a fin de garantizar mejores tratamientos, prevención y control de la enfermedad.
Asimismo, establecer parámetros validados para medir la calidad de los tratamientos y las necesidades de abasto de medicamentos, camas de hospital e insumos necesarios y visibilizar la carga de la enfermedad, conociendo cuántos pacientes hay cada año.
Destaca que el Registro debe visualizarse en el marco de un modelo de atención integral a la Enfermedad Renal Crónica, que pasa por formular políticas de prevención que atiendan el problema de obesidad, diabetes e hipertensión y formar a los médicos en este aspecto.
Asimismo, se debe tomar en cuenta la atención secundaria, que empieza por la detección temprana de la enfermedad, tratamientos adecuados para retrasarla y controlarla y tratar a aquellos que ya se encuentran en una fase terminal.
La propuesta, remitida a la Comisión de Salud, refiere que la Enfermedad Renal Crónica (ERC) es de particular preocupación, lo que hace necesario diseñar estrategias que permitan detener el avance de este padecimiento que, de no ser atendido oportunamente, lleva a una temprana pérdida de la vida o bien, a la insuficiencia renal crónica terminal.
Precia que la ERC está íntimamente asociada a algunas de las enfermedades crónicas no transmisibles con mayor prevalencia, como son la diabetes mellitus y la hipertensión, que en su conjunto son el origen de aproximadamente 85 por ciento de los casos de daño renal en población adulta.
Menciona que se estima que 12 por ciento de las personas con diabetes mellitus y 7 por ciento con hipertensión arterial sistémica se complican con ERC, y cuando coexisten la posibilidad de daño renal se potencia en más de 40 por ciento. Sin embargo, existen reportes que documentan que hasta 45 por ciento de los pacientes con diabetes y 27 por ciento con hipertensión será nefrópata en algún momento de su vida.
A pesar de que en México aún no se cuenta con un registro nacional de pacientes renales, se estima que para 2017 había alrededor de 14.5 millones de personas con algún grado de daño renal (12.2 por ciento de la población). A nivel internacional, México tiene la sexta tasa más elevada de mortalidad por ERC.
Subraya que la falta de información sobre la prevalencia e incidencia de ERC, las características de estos pacientes y los resultados del tratamiento de esta costosa enfermedad impiden una adecuada planeación y utilización de los recursos disponibles, dificultan la implementación de medidas de control de calidad e imposibilitan un correcto desarrollo y evaluación de políticas de salud que mejoren los resultados clínicos y el costo-efectividad de la terapia de reemplazo renal.