La diputada Mónica Bautista Rodríguez presentó una iniciativa para reformar el Código Penal Federal y elevar a 8 años de cárcel la pena para quienes ejerzan violencia contra las mujeres durante confinamientos obligados como el actual, derivado de la pandemia del Covid-19.
Ello implica aumentar la actual penalidad hasta en una mitad el delito de violencia familiar cuando éste se cometa durante algún confinamiento impuesto por las autoridades a causa de alguna fuerza mayor o de alguna contingencia o emergencia sanitaria (artículo 343 Ter).
Además, planteó establecer que, cuando la violencia la ejerza quien tenga restricciones ordenadas por la autoridad o infrinja las medidas de protección a la víctima, adicionalmente se le castigue con 200 a 600 días multa y sometérsele a tratamiento psicológico especializado (artículo 343 Quáter).
En un comunicado, Bautista Rodríguez resaltó que existe un alarmante aumento de agresiones de todo tipo contra mujeres, niñas y niños, quienes a causa de la pandemia han quedado expuestos a más violencia al ser obligadas y obligados al encierro con sus atacantes.
Afirmó que en los primeros cuatro meses del presente año se registraron 12 mil 664 delitos por violencia familiar tan sólo en la Ciudad de México; 8 mil 360 en Nuevo León y 7 mil 734 en el Estado de México, incluidos abuso, acoso y violación sexual, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Publica.
Destacó que aun cuando este problema es mundial, tal como lo señaló el Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, lo cierto es que en México alcanza niveles de gravedad ante la insuficiencia de medidas gubernamentales para prevenirlo y evitarlo.
De por sí, dijo, las cifras sobre agresiones en razón de género ya eran alarmantes antes de la pandemia, como lo informó en 2016 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de acuerdo con el cual 6 de cada 10 mujeres han sufrido violencia, casi la mitad de ellas a manos de sus esposos o parejas.
“En esta categoría también se encuentran víctimas de violencia física y/o sexual, así como sobrevivientes de violencia física severa y daño emocional, entre cuyas características y consecuencias se encuentran cortadas, quemaduras, pérdida de piezas dentales, hemorragias, crisis nerviosas, angustia, miedo, tristeza, sufrimiento emocional, depresión e insomnio”, precisó.
La diputada perredista subrayó que las entidades con más violencia doméstica son Estado de México, Ciudad de México, Aguascalientes, Jalisco y Querétaro.
«Esta violencia ancestral contra las mujeres en México se agrava con la pandemia, como lo señala ONU Mujeres al advertir que emergencias humanitarias y desastres como éste ponen a mujeres y niñas en un mayor riesgo», reiteró.
Ello es así, expuso, porque esta enfermedad y el confinamiento al que ha obligado provoca más desempleo, menos ingresos, inseguridad económica y alimentaria, y estrés que desafortunadamente con frecuencia deriva en mayor violencia, explotación sexual y laboral, y precarización de mujeres y niñas.
Bautista Rodríguez consideró las medidas de prevención y atención del Gobierno Federal y la Fiscalía General de la República a este problema como insuficientes, pues no han logrado frenar estas agresiones que, por el contrario, aumentaron durante el aislamiento social por el Covid-19 .
“En razón de este contexto resulta necesario modificar el Código Penal Federal, a fin de que se proteja y garantice integral y plenamente el derecho de las mujeres, niñas, niños y adolescentes a una vida libre de violencia”, enfatizó.
“En el Grupo Parlamentario del PRD reprobamos y rechazamos todo acto de violencia contra mujeres, niñas, niños y cualquier integrante de la familia. Nos pronunciamos por establecer normas que protejan y busquen erradicar todo tipo de violencia contra las personas más vulnerables”, finalizó.