Con 218 votos en contra, 185 a favor y 11 abstenciones, se desechó la reserva para adicionar un inciso J al artículo 2A y un Artículo Transitorio a la Ley del Impuesto al Valor Agregado, para que las toallas sanitarias desechables y de tela, compresas, tampones, copas o cualquier otro bien destinado a la gestión menstrual, sean gravadas con una tasa del cero por ciento.
En la discusión en lo particular de la Miscelánea Fiscal 2021, al exponer la reserva promovida por el Grupo de Trabajo Plural por la Igualdad Sustantiva, la diputada Wendy Briceño Zuloaga (Morena) dijo que el precio de productos de gestión menstrual, ya sean desechables o de uso continuo, son un gasto que deben asumir las mujeres por el hecho de serlo, lo que “afecta de manera desproporcionada y desigual, sobre todo a las más pobres y a quienes deben elegir entre un alimento o un producto de higiene menstrual”
Conservar este impuesto, afirmó, contraviene principios establecidos en la Constitución. La política fiscal, resaltó, debe incluir perspectiva de género. “No se puede pagar un impuesto por menstruar”.
Pugnó porque se tomen todas las medidas necesarias para garantizar que en la enajenación de la tasa cero establecida para dichos productos, se reflejen en el precio final para las consumidoras.
Por el PRD, su coordinadora, Verónica Juárez Piña, refirió que es trascendente que representantes de todos los grupos parlamentarios impulsen esta propuesta, porque la reserva constituye uno de los pilares de la lucha feminista internacional sobre la gestión de la menstruación como una política pública, cuyo impacto debe atender todas las causas de exclusión que sufren las niñas y mujeres.
Muchas mujeres que entran a la pubertad, dijo, no tienen las condiciones para llevar una higiene adecuada ni el acceso a los productos que se requieren; la falta de acceso las obliga a excluirse de sus actividades. “Las mujeres pagamos tres mil millones de pesos más, por el simple hecho de serlo”.
Del PAN, la diputada Verónica María Sobrado Rodríguez señaló que esos productos son de primera necesidad, no un lujo. “Si no se cuenta con ellos se provoca deserción escolar, suspensión de actividades, así como infecciones y riesgos a la salud”. Añadió que al ser un artículo únicamente para las mujeres, no hay equidad en el impuesto, lo que amplía las brechas de desigualdad entre géneros.
Dijo que gravarlos con tasa cero es una medida de apoyo a las mujeres del país; sin embargo, planteó que esta acción deberá acompañarse de una política de gratuidad de productos de gestión menstrual que tendrá que incluirse en el Presupuesto. Llamó a las empresas para que una vez aprobada esta reforma se refleje de manera inmediata en el precio de los productos.
La diputada Martha Tagle Martínez, de Movimiento Ciudadano, se pronunció a favor de esta reserva, toda vez que se logra una medida fiscal para que no se cobren impuestos por un proceso fisiológico que pasan todas las mujeres a lo largo de 40 años de la vida. Sostuvo que ello permitirá que la política tributaria tenga una perspectiva de género.
Resaltó que de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda las mujeres pagan cerca de tres mil 400 millones de pesos al año sólo por este impuesto; es por eso que eliminar esta tasa es un asunto de justicia tributaria.