Los sindicatos de los funcionarios franceses organizan este martes su tercera huelga en siete meses y medio contra las políticas del Presidente, Emmanuel Macron, en específico contra el congelamiento salarial.

Además de los paros, los cuales se sienten en numerosos sectores como el transporte, la educación, la sanidad o la energía, las centrales han convocado unas 140 manifestaciones por todo el país.

En tres de los grandes aeropuertos (Orly en París, el de Marsella y el de Lyon), las compañías han tenido que cancelar decenas de vuelos en seguimiento a las directrices de la Dirección General de la Aviación Civil para que redujeran su programa en un 20 por ciento por la ausencia de controladores aéreos.

En la educación, más allá de los profesores que se han sumado al paro, la protesta también tiene impacto en los comedores escolares o las guarderías que dependen de empleados municipales.

En la sanidad, quedan al margen del movimiento los servicios de urgencias.

También el principal sindicato de Policía se ha sumado a la convocatoria, y algunos agentes organizan esta mañana operativos para agilizar la circulación de automóviles en Lyon y París.

Los organizadores de la huelga (hubo otras dos por los mismos motivos el 10 de octubre y el 22 de marzo) protestan, entre otras cosas, por los planes del Ejecutivo de Macron de suprimir 120 mil puestos de funcionarios de aquí a 2022 y recurrir más a contratos de derecho privado.

El Secretario de Estado de Hacienda francés, Olivier Dussopt, aseguró que no se va a cuestionar el estatuto de los funcionarios pero confirmó la reducción de su número.

Por lo regular, las administraciones públicas emplean a unos 5.7 millones de personas en Francia, y casi un millón no tienen estatuto de funcionario.

Dussopt aseguró que dichos recortes se pueden llevar a cabo sin cuestionar la calidad del servicio público gracias a las jubilaciones (a un ritmo de entre 130 mil a 160 mil al año), las evoluciones tecnológicas y el desarrollo de innovaciones digitales.

Igualmente confirmó, en una entrevista publicada ayer por el diario Libération, que se mantendrá el congelamiento de los sueldos con carácter general, teniendo en cuenta el estado de las finanzas públicas, aunque se mostró dispuesto a discutir aumentos selectivos para algunas categorías, en particular los hospitales.