El 7 de mayo de 1944 quedó grabado con tinta indeleble en la historia de un equipo de futbol, el Puebla de la Franja, que ese lejano día jugó su primer partido oficial ante Veracruz en compromiso de la Copa México.
Es por eso que este día, Efekto10.com se une al festejo de la institución que a través de los años nos ha regalado momentos inolvidables que marcaron nuestras vidas, así como situaciones complicadas que nos hicieron valorarlo aún más.
Con letras de oro quedaron grabados los nombres de Don Joaquín Díaz Loredo y Alfonso Sobero, exitosos empresarios, que vieron traducidos sus esfuerzos en el momento que la pelota empezó a rodar en el extinto Parque de El Mirador, la primera casa de la escuadra que lució un elegante uniforme enfranjado que tuvo como inspiración el utilizado por el River Plate de Argentina, con la diferencia del color y dirección de la franja.
Después, llegó el momento de participar en su primer torneo de liga, enfrentando el 20 de agosto de aquel año del 44 al Atlas de Guadalajara, al que se le ganó 5-2 en la incipiente campaña 44-45, en la que el equipo angelopolitano se quedó con el subcampeonato.
De ahí en adelante, Puebla conquistó 5 ediciones de la Copa México, la primera de ellas en la temporada 44-45, luego llegó la de la campaña 52-53 y de ahí hubo una larga espera hasta la que se ganó en el torneo 87-88 y la de 89-90, cerrando en el 2015 con la ya entonces llamada Copa Mx.
Obviamente, por la trascendencia que tiene, lo más valioso que ha conquistado el equipo son los torneos de liga, el primero en aquel torneo 82-83, con una escuadra armada al cuarto para las 12 y que finalmente, sorprendiendo a propios y extraños, se quedó con el campeonato, y sin lugar a dudas el más brillante, el de la campaña 89-90, porque de la mano de esa liga vino la copa y, en consecuencia, el título de “Campeonísimo”, ese que sólo pueden presumir unos cuantos equipos en la historia de nuestro futbol.
Ustedes, si son aficionados de corazón al Puebla, sabrán todo lo que aquí hemos escrito, pero cada uno de nuestros lectores, estoy seguro, tendrán una historia muy especial de cada uno de esos momentos de gloria de los Camoteros, ya sea con un hijo, con papá, con mamá, con los hermanos, con los amigos… Una historia enfranjada que siempre llevaremos en el recuerdo.