El vacío de información que existe en el sector ambiental: Semarnat, Profepa, y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), genera confusión en temas como el de la muerte de una ballena de aleta o rorcual común en Puerto Peñasco, Sonora, que captó la atención a nivel nacional e internacional.

Tras el hallazgo del cadáver flotando en el agua el viernes por la mañana, la Coordinación Estatal de Protección Civil en Sonora, aseguró que se trataba del mismo ejemplar regresado al mar el miércoles 7 de julio con el apoyo de la comunidad.

Pero ya entrada la noche, una integrante del Centro Intercultural para el Estudio de Desiertos y Océanos (CEDO), que participó en el rescate de los restos de la ballena, afirmó en un video subido a redes sociales que era un ejemplar distinto al que fue devuelto al mar dos días antes.

Lo cierto es que después de analizar las fotos y los videos disponibles de los dos eventos, el doctor Jorge Urbán, uno de los grandes expertos en ballenas de México y el mundo, concluyó que el individuo que apareció muerto el viernes 9 de julio es la mismo que había varado el miércoles 7 de julio.

Dijo que era muy poco probable que se dieran dos eventos de una misma especie, con ejemplares del mismo tamaño y en un lapso de sólo dos días.

Explicó que las marcas en el cuerpo del animal son evidencia de que se trata de la misma ballena de aleta.

El responsable del Programa de Investigación de Mamíferos Marinos de la de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), agregó que lo más probable es que la ballena de aleta ya estaba enferma y a pesar del primer esfuerzo por devolverla al mar, finalmente murió y fue arrastrada por la corriente.

Fuente: Excélsior