Una petición desorbitada, un sueño a lo Kardashian echo añicos, una relación de pareja destruida y un aislamiento familiar y de amistad que cambiaron la vida de esta joven catalogada por “loca” por los que más la quisieron. El desaste de una chica canadiense, cuyo nombre trascendió como Susan, se define en pocas palabras aunque cuando ahondamos en su historia comprobamos que fue víctima de su manera de ver las cosas y de una exigencia que le salió cara en todos los niveles posibles.

Un post en Facebook que fue eliminado por la autora tan solo 15 minutos después, desmembró una “novela” difícil de creer. En él, Susan explica cuan decepcionada se siente después de que sus familiares y amigos le dieran la espalda en un momento tan importante de su vida.

La joven en cuestión estaba prometida con su amor desde que tenían 14 años, quien a los 20 fue el padre de su hijo. La boda que tenía en su mente era de “cuento de hadas”, como su relación. Concretamente un cuento que le costaría unos 46 mil dólares organizar, incluidos los billetes de la luna de miel a Aruba. Como reconoció en el post, la pareja trató de ahorrar trabajando en la granja familiar pero no pudieron llegar a la cifra de la boda soñada. Por eso pidieron que los invitados que donaran alrededor de 1,200 dólares para que su idea se hiciera realidad.

Algunos quedaron atónitos, pero otros accedieron. La dama de honor, cuyo nombre Susan no quiso mencionar en su post, dijo que contribuiría con 5 mil dólares y la familia de su prometido haría lo propio con 3 mil dólares. Sin embargo, en el último momento retiraron la donación y junto a la negativa del resto de invitados a pagar tal suma, el castillo de diamantes que la joven tenía en su cabeza se desmoronó. La boda se canceló cuatro días antes de su celebración, su relación se terminó y a partir de ahí su carácter salió a la luz.

“Nuestra petición de 1,200 dólares no estaba jod***mente fuera de lo normal. Si no podías contribuir no estabas invitado”, escribió en un post en el que culpó a su familia y amigos del desastre, incluido el fin de la relación con su novio.

“Desafortunadamente mi prometido y yo hemos roto debido a recientes e irreparables problemas. Decidimos terminar nuestra relación y cancelar todo”, argumentó en la publicación sin poder creer que nadie quiso pagar la cifra que pedía. “Especifiqué que los regalos fueran en metálico. ¿Cómo podíamos celebrar la boda que siempre soñamos sin estas donaciones? Sacrificamos tanto y solamente pedimos a los invitados unos 1,200 dólares”, agregó.

Sus exigencias cayeron en saco roto y su tono fue reflejando más y más desesperación.

“Lo dejamos claro, si no podían contribuir no asistirían a esta boda exclusiva. Es una fiesta que se realiza una vez al año”, sostuvo antes de confesar por qué optaron por una boda extravagante.

“Nuestro amor es como un cuento de hadas por eso queríamos una boda extravagante. Un planeador local nos recomendó que fuéramos a por la opción más caray pensamos… ¿Por qué no?”, explicó Susan. “Tan sólo necesitábamos una pequeña ayuda”.

Cuando extendieron las invitaciones solo ocho personas respondieron a la exigencia, un número insuficiente que hacía inviable la celebración. La desesperación fue tal que le dijeron a sus invitados que al menos contribuyeran con lo que pudieran. Pero no surtió efecto. Ni siquiera una página de Go Fund Me fue suficiente. Tan sólo recibieron 200 dólares. Obligados a cancelar, el no definitivo les costó más de 5 mil dólares.

“No pedía tanto dinero, oí de gente que pedía cifras más altas”, agregó.

Cuando parecía que las cosas no podían ir a peor, su exnovio le propuso una boda en Las Vegas.

“Me reí en su cara, pero él estaba en serio. ¿Soy una prostituta? ¿Un trozo de mierda? ¿Basura? Se supone que tengo que casarme rodeada de ludópatas y alcohólicos. Mi cuerpo comenzó a temblar y entré en pánico. Mi ex dejó la habitación y no se disculpó. Me dijo que estaba pidiendo demasiado y que debía ajustarme a nuestro presupuesto”.

Acto seguido, según confesó en el post, Susan dejó a su chico.

“Tan solo quería ser una Kardashian por un día y luego vivir una vida normal. Era mi sueño. Me apuñalaron, me mintieron. Adiós. Nos vemos en dos meses. Yo no pertenezco a nadie. Les eliminaré a todos ustedes, serpientes. A partir de ahora viviré mi vida sola”, sentenció.

Por momentos, la publicación parece una broma, y se hizo pública por una chica que dice ser su prima, quien la publicó en una página de Facebook dedicada a “bodas de vergüenza”. En la captura de pantalla de la supuesta prima, quien explica con todo detalle quién es Susan y cuán desagradable fue toda esta situación, se pueden leer dos comentarios dirigidos a la autora del post:

“No tengo palabras. Estás fuera de tus cabales, Susan”, escribió una de sus amistades en la red social. “¿Qué te pasó? ¿Quién espera esa cantidad de dinero?”, cuestionó otra.

Y así, esta chica llamada Susan ya forma parte de los periódicos de medio mundo con una historia en la que la princesa acabó convirtiéndose en rana.

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