El diccionario de la Real Academia Española (RAE) cambió la definición de homeopatía por lo que ahora la determina como una práctica y ya no como una sistema curativo.
En su la definición se establece que la homeopatía es una práctica que consite en «administrar a alguien, en dosis mínimas, las mismas sustancias que en mayores cantidades, producirán supuestamente en la persona sana síntomas iguales o parecidos a los que se trata de combatir».
Desde hace 167 años, la homeopatía había sido ha sido considerada “un sistema curativo” en naciones donde se habla el idioma español, pero con la redefinición de su significado solo es una práctica que supuestamente tiene resultados en personas con algún padecimiento.
Con este cambio, la homeopatía pierde el respaldo lingüístico, luego de que ha sido cuestionada porque no hay evidencia científica como en la medicina alópata o convencional.
De acuerdo con el diario El País, desde hace dos años, la Comisión de Vocabulario Científico y Técnico de la RAE comenzó el proceso para modificar la definición de la homeopatía y que incluso la Real Academia de Farmacia señaló que no sólo no funciona, sino que puede poner en riesgo la salud.
En España ninguna universidad pública enseña homeopatía en ninguna asignatura desde 2018; ahora el respaldo que le queda es legal, pues la normativa europea determina que debe venderse como medicamento, aunque el gobierno español pretende que esto cambie. En Francia está el proceso el retiro del financiamiento público.
Los medicamentos homeopáticos son elaborados mediante sucesivas diluciones en agua o alcohol, de manera que la sustancia original que produce los efectos de la enfermedad quede reducida a una cantidad infinitesimal.
Los productos que se utilizan para elaborar estos remedios pueden ser de origen animal, vegetal o químicos (minerales u orgánicos).