En Europa, este sábado continúa el desconfinamiento.
En Italia se reabrió al público la Torre de Pisa, mientras que en la capital ucraniana, Kiev, vuelven a funcionar centros comerciales y hoteles.
En Francia abrieron los parques y jardines públicos así como los grandes almacenes parisinos Galeries Lafayette, que exigirán a los clientes llevar cubrebocas para entrar y guardar la sana distancia.
Los museos, cafeterías y restaurantes franceses volverán a abrir el martes, y en París solo se podrá consumir por ahora en las terrazas y con límites.
Han sido meses de angustia constante, no tener para comer ni para pagar el arriendo», explicó Laura González, una colombiana de 20 años, que vive en París con su familia.
Ninguno tiene papeles en regla ni trabajo fijo y han perdido todos sus ingresos desde que comenzó el confinamiento a mediados de marzo.
Gracias a una red de ayuda creada por otros latinoamericanos en París, 700 personas están recibiendo alimentos o cupones para el supermercado.
Esta semana se sucedieron los datos negativos de empresas en todo el mundo, se anunciaron importantísimos recortes de personal en empresas como la aerolínea Easyjet o los fabricantes de automóviles Nissan o Renault, y se confirmaron las expectativas negativas para las economías de numerosos países.
Los datos de PIB del primer trimestre difundidos en estos días sólo son un prólogo de los funestos balances esperados para el segundo trimestre.
En España, por ejemplo, la crisis ha agravado la pobreza y se han disparado las peticiones de ayuda alimentaria, lo que empujó al gobierno a aprobar el viernes la creación de un ingreso mínimo vital.
El gobierno estableció el ingreso en 462 euros (512 dólares) por mes para un adulto que vive solo. La medida beneficiará a unos 850.000 hogares, o 2,3 millones de personas.
En el plano médico, un medicamento, la «anakinra», inicialmente destinado a enfermedades reumáticas, dio resultados «alentadores» para tratar las dolencias graves provocadas por la covid-19 al reducir el riesgo de muerte y la necesidad de usar respiración asistida en cuidados intensivos, según un estudio francés.
Fuente: AFP