Una nueva imagen de sonar granulada pretende resolver el misterio de la desaparición de la famosa aviadora, pero los expertos dicen que es demasiado pronto para saberlo. Esto es lo que sabemos.
Con la publicación de una imagen dorada y granulada, los titulares de todo el mundo han anunciado recientemente a bombo y platillo el posible hallazgo del Lockheed Electra 10e de Amelia Earhart, el avión que pilotaba en 1937 cuando la célebre aviadora estadounidense y su navegante, Fred Noonan, desaparecieron durante la etapa más difícil de su vuelta al mundo.
Deep Sea Vision, una nueva empresa fundada por el piloto e inversor inmobiliario Tony Romeo, captó la imagen del sonar durante una expedición de 100 días en el Pacífico central, la región donde se perdió Earhart. «Fue sin duda un momento surrealista para todos nosotros», afirma Romeo, que vendió sus propiedades inmobiliarias para adquirir un vehículo submarino autónomo (AUV) de última generación equipado con tecnologías de sonar muy avanzadas.
Aún así, es demasiado pronto para saber si este descubrimiento de un objeto a casi 5000 metros de profundidad significa que se ha resuelto uno de los grandes misterios de la historia reciente. Esto es lo que sí sabemos.
1. Las imágenes del sonar tienen limitaciones
Las imágenes de sonar no son fotografías. Las ondas sonoras que envía el sonar son de baja frecuencia, lo que se traduce en una baja resolución.
«La onda sonora, al ser tan grande, no puede ver detalles finos», dice David Jourdan, un ingeniero cuya empresa Náuticos ha dirigido tres expediciones en busca de Earhart. «Puede distorsionarse por los reflejos, como si hiciéramos una foto a un espejo». Las imágenes prometedoras, al echarles un segundo vistazo, a veces resultan ser algo totalmente distinto, como una formación geológica.
2. Deep Sea Vision no confirmó la identidad del objeto
Romeo y su equipo encontraron la imagen en sus archivos de almacenamiento de datos cuando estaban preparándose para pasar a otra expedición. Pensaron que los datos de una de las salidas anteriores del AUV se habían corrompido. Cuando descubrieron que no era así (y que tenían un hallazgo potencialmente explosivo) ya era demasiado tarde para volver al lugar.
«Se nos había acabado el tiempo. Nos quedamos sin recursos», dice Romeo; «y no teníamos cámara en el AUV. Se rompió al principio de la expedición». Volver sobre el objetivo sólo con el sonar no parecía merecer los cientos de miles de dólares que calculaba que costaría. Deep Sea Vision planea volver al lugar de la imagen del sonar este año, esta vez con una cámara operativa en el AUV para confirmar el hallazgo.
3. Algunos expertos dicen que el avión, si es un avión, no se parece al Electra
«Las proporciones no son del todo correctas», dice Jourdan, señalando la forma en que las alas están barridas hacia atrás en lugar de rectas, como las del Electra.
Otros son aún más escépticos. «Para que las alas de un Electra se plieguen hacia atrás como se muestra en la imagen del sonar, toda la sección central tendría que fallar en las uniones ala/fuselaje», según un correo electrónico del Grupo Internacional para la Recuperación de Aeronaves Históricas (TIGHAR), una organización que ha propuesto la teoría de que Earhart murió como náufraga en una isla al este del lugar de la imagen del sonar. «Simplemente, eso no es posible».
Romeo rechaza esta crítica. Tanto las alas como la cola parecen barridas hacia atrás debido a la distorsión causada por el AUV en movimiento a través del agua, dice, destacando las aletas gemelas en la parte trasera del avión. «Eso es muy característico de su avión», afirma; «sólo hay un par de aviones que se hayan hecho así».
4. La ubicación del objeto es aproximadamente en la trayectoria de vuelo de Earhart, pero más allá del rango sugerido por sus señales de radio
Earhart y Noonan desaparecieron el 2 de julio de 1937, volando de Lae, Nueva Guinea, a la isla Howland, una isla de apenas dos kilómetros de largo a unos 4000 kilómetros de distancia. Tras 20 horas de vuelo, Earhart pensó que estaban cerca y avisó por radio al Itasca, el barco de la Guardia Costera que les esperaba en Howland: «Debemos estar sobre vosotros pero no podemos veros». Su voz era tan fuerte que los radiotelegrafistas de la Guardia Costera pensaron que ella también estaba muy cerca. No lo estaba, pero la fuerza de las señales de radio sugiere que estaba justo un poco más allá del alcance visual.
La zona de búsqueda de Deep Sea Vision estaba a unos 160 km al oeste; Romeo no revela exactamente dónde para evitar que alguien más haga el hallazgo crucial. Pero sí reconoce que se guiaron por la teoría de que Noonan no había tenido en cuenta cómo afectaría la línea internacional del cambio de fecha a sus cálculos. Esa teoría, sin embargo, no explica la fuerza de las señales de radio de Earhart.
5. Otros han pretendido resolver este misterio.
Durante los casi 90 años transcurridos desde la desaparición de Earhart y Noonan, muchas personas han afirmado tener pruebas que explicarían lo que les ocurrió.
Las personas que creen que los japoneses capturaron y mataron a los aviadores han apuntado a todo, desde un generador recuperado en un puerto de Saipán en 1960 hasta una fotografía en un muelle de Jaluit revelada en 2017. TIGHAR, por su parte, ha reclamado varias pruebas irrefutables a lo largo de los años, pero ahora sostiene que una preponderancia de pruebas históricas y arqueológicas sitúa a Earhart en la isla de Nikumaroro, a unos 640 kilómetros al sur de Howland, donde creen que murió de hambre.
Luego está la explicación más sencilla: que los aviadores simplemente se estrellaron en el océano. Elgen Long, un piloto de líneas aéreas que, junto con su esposa Marie, realizó la investigación más exhaustiva sobre dónde podría haber ocurrido eso, escribió un libro titulado Amelia Earhart: El misterio resuelto. A lo largo de tres expediciones, Jourdan ha buscado donde Long sugirió (y en otros lugares) y no ha encontrado nada.
6. El misterio sigue sin resolverse, pero no significa que sea irresoluble
El equipo de Jourdan cree haber localizado el lugar donde se hundió el Electra basándose en recientes pruebas de señales de radio. Mientras tanto, cuando Deep Sea Vision vuelva al lugar este año, llevará un equipo de documentalistas para capturar el momento. «Es algo a lo que tenemos que volver», dice Romeo; «tenemos que salir antes de que… ya sabes, haya cierta urgencia».
nationalgeographic.es
FOTOGRAFÍA DE PF-(AIRCRAFT), ALAMY STOCK PHOTO