Al menos 465 inmuebles en el estado de Puebla que resultaron dañados por los sismos de septiembre han sido evaluados, asegurados e intervenidos durante la primera y segunda etapa del Plan Maestro elaborado por la Secretaría de Cultura para la recuperación del patrimonio cultural.
Con la estrategia que se aplica en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se busca recuperar el patrimonio arquitectónico de la entidad, considerado uno de lo más ricos del país, con ejemplos del arte barroco, gótico, churrigueresco y clásico construidos a lo largo de cuatro siglos por las diferentes misiones religiosas e instituciones civiles de la época virreinal.
Un ejemplo de las acciones realizadas en la segunda etapa del Plan Maestro hecho por especialistas del INAH en cada uno de esos recintos emblemáticos se puede ver en el Templo de Nuestra Señora de los Gozos, en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla, que ha sido restaurado en 95 por ciento.
El inmueble construido a lo largo del siglo XVIII presentó daños tras los sismos del año pasado: en la torre del campanario; fractura en la linterna, que incluso estuvo en riesgo de colapso.
Ese espacio presentó fracturas en columnas y grietas en los arcos torales, además de desprendimientos en muros y bóvedas.
La Parroquia de San Sebastián Mártir también es una de las más antiguas de los barrios de la ciudad. Su construcción estuvo a cargo de la Orden Agustina. Desde 1546 el barrio se denominó San Diego por una capilla dedicada a este santo.
Situado en la zona norte de la capital poblana, el templo de San Sebastián Mártir reportó grietas en arcos, cúpulas y bóvedas. Se tuvieron que intervenir las linternillas y consolidar muros agrietados.
De acuerdo con un comunicado, ese inmueble se restauró en su totalidad y los colonos han comenzado a recuperar sus tradiciones litúrgicas y festividades.
El Templo y Antiguo Convento de Santa Clara, fundado entre 1617 y 1618 en Atlixco, Puebla, ha permanecido cerrado al público, en tanto se llevan a cabo por parte de especialistas los trabajos de intervención y restauración del edificio y de los bienes muebles que alberga.
Grietas en la bóveda, daños en la cúpula, aperturas de arcos torales y formeros, fractura del retablo central en su estructura de madera que alberga la pintura más importante del templo, además de daños en algunas esculturas, fueron algunos de los problemas que se presentaron tras el sismo en ese monumento considerado patrimonio histórico de México.