El Papa Francisco introdujo este jueves cambios radicales en la ley de la Iglesia Católica para responsabilizar a los obispos por abusos sexuales o encubrimientos, obligando a los clérigos informar este tipo de casos y permitiendo que cualquiera se queje directamente ante el Vaticano si es necesario.
El decreto sobre abusos a niños y adultos también obliga a todas las diócesis católicas del mundo a reportar estos casos de forma simple y accesible, al tiempo que alienta a las iglesias locales a involucrar a expertos laicos en las investigaciones.
El decreto papal, cuya preparación fue reportada por primera vez por la agencia Reuters en abril, es la segunda disposición del Pontífice desde una cumbre sobre abusos realizada en el Vaticano en febrero.
Establece límites de tiempo para las investigaciones locales y para la respuesta del Vaticano a las mismas, además de permitir informes retroactivos. También dice que los obispos con conflictos de intereses deben marginarse de las investigaciones y que pueden ser responsabilizados por abuso de poder en casos de relaciones sexuales con adultos.
El decreto de 19 artículos, llamado «Vos Estis Lux Mundi» (Tú eres la luz del mundo), eleva a 18, desde 16 años, la edad adulta en casos de abuso sexual. También cubre la posesión de pornografía infantil.
Asimismo, dice que los funcionarios locales de la Iglesia no pueden ordenar a los que denuncian el abuso que permanezcan en silencio y que los obispos de mayor jerarquía deberían tomar disposiciones para evitar que los subordinados destruyan los documentos, si es necesario.
Los clérigos deben respetar la ley local sobre si están obligados a denunciar presuntos abusos sexuales a las autoridades civiles.