Las reformas propuestas por el Ejecutivo para modificar las leyes de Aeropuertos y de Aviación Civil tiene cosas nocivas para la población, el sector aeronáutico, la recaudación de impuestos y es un golpe muy fuerte para la soberanía nacional, afirmó el capitán José Humberto Gual Ángeles, secretario General de Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA).
Lo anterior, en declaraciones a representantes de los medios de comunicación, en el marco de un foro sobre aviación de las Comisiones Unidas de Comunicaciones y Transportes, y de Economía, Comercio y Competitividad.
Gual Ángeles sostuvo que, si bien esta reforma pretende que la supervisión gubernamental que hace México a la aviación salga de la categoría dos a la que fue degradada por autoridades de Estados Unidos, «vemos cosas que son sumamente nocivas».
Reconoció que se ha perdido más del 15 por ciento de competitividad en el tráfico aéreo con dicho país, y con esta reforma se mejorarían algunas de las 38 observaciones que hizo la Agencia Federal de Aviación Civil en Estado Unidos.
Sin embargo, esta nueva disposición atenta contra la soberanía nacional y las fuentes de empleo. “Nosotros que ya hemos leído la ley, y en el artículo 17 bis y 17 ter viene la ley de cabotaje”.
“Independientemente de eso, no va a resultar, porque el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo: ‘no hay ley de cabotaje; me parece que no le están informando bien”.
Además, cuestionó, si lo que se busca es disminuir el costo de los boletos de avión, “¿por qué se subieron los impuestos en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México? Y posteriormente se mandó un decreto para subirlos en otros aeropuertos; es un contrasentido”.
Aseguró que, de avalarse las modificaciones legales en materia de cabotaje, la primera que se vería afectada sería la aviación ejecutiva, es decir, aeronaves privadas, taxis, aviación agrícola y helicópteros, porque México tiene uno de los impuestos más altos y las aseguradoras son muy caras.
Explicó que las empresas buscarían establecerse en otros países, pues con la ley de cabotaje podrían operar en México sin problemas, disminuyendo sus costos.
Advirtió que los más afectados serían los mexicanos no las empresas, porque hay 1.5 millones de trabajadores directos en la aviación, más de 10 millones de empleos indirectos.
Por otra parte, cuestionado sobre el proyecto del Gobierno Federal respecto a una línea aérea de su propiedad, dijo que la Secretaría de la Defensa lo mantiene en un “total hermetismo. Desconocemos si tienen aviones, permisos, tripulaciones, mecánicos, permisos de sobrevuelo a otros países”.
Foto: Cámara de Diputados