El director regional del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Luis Felipe López-Calva, señaló que uno de los cinco detonantes para la recuperación inclusiva de la pandemia en América Latina y el Caribe es la necesidad de reiniciar rápidamente el sistema educativo, pues es increíble que existen lugares en donde los restaurantes y los bares abren, pero las escuelas aún no. “Un caso de economía política muy interesante”, reflexionó.
El funcionario del PNUD participó en el 7° Congreso Anual de Economía y de Políticas Públicas Sobre México que organiza el Departamento de Economía de la Universidad Iberoamericana. En su intervención mencionó otros cuatro detonantes para la recuperación de la región:
Capacidad de los gobiernos para adquirir y distribuir vacunas.
Espacio fiscal y acceso al financiamiento.
Recuperación del empleo (reactivar por el lado de la oferta que eventualmente tiene un afecto en la demanda).
Construcción de confianza en los gobiernos.
De acuerdo con López-Calva, las condiciones preexistentes en América Latina y el Caribe se han visto exacerbadas y magnificadas con la pandemia por una baja productividad, alta informalidad, crecimiento mediocre y con fragmentación del contrato social, un aumento en los niveles de desigualdad, protección social inadecuada y llena de parches que afecta la resiliencia en general y a la población vulnerable.
Al impartir la plática sobre el diagnóstico de la situación económica de los países de la región y la perspectiva ante la situación derivada de la pandemia del COVID-19, el representante del PNUD alertó sobre la crisis de representación política y el debilitamiento de los partidos políticos; así como un descenso de la confianza en las instituciones y la baja capacidad fiscal.
Para el experto, esto debilita la gobernanza efectiva que debe basarse en productividad, inclusión y resiliencia, pues cada política pública que se considere debe verse desde esos lentes.
“Latinoamérica es la región más afectada desde el punto de vista sanitaria, contribuyendo con casi un tercio de las muertes y con un número importante de casos, pero también la más afectada económicamente pues es la que más se contrae. Habrá un efecto rebote”, dijo.
Recordó datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) acerca de la pérdida 34 millones empleos y de la caída en la tasa de participación particularmente de las mujeres, un tema que urge atender. Así como los dos millones de personas que cayeron en pobreza, según la CEPAL.
Añadió que de acuerdo con simulaciones de escenario, podría haber efectos permanentes en la trayectoria de la pobreza mundial si no hay una acción decidida de los gobiernos.
“Necesitamos acción decidida por parte de los gobiernos. Pero nuestra región está en un contexto en donde la confianza en las instituciones ha venido cayendo, no sólo es baja de inicio, sino que ha venido cayendo, pues 78% de la población responde que el sistema político está al servicio de particulares”.
Asimismo, habló sobre la falacia de que popularidad es equivalente a legitimidad. “Pareciera que ser popular en las redes es igual a legitimidad. Cuando sabemos que la legitimidad la dan los resultados o procesos”.
En la región, la coyuntura se enfrentó con la estructura: así como pasa con los seres humanos que tienen precondiciones y sueles ser más vulnerables a ser afectadas con el virus, de la misma manera sociedades y economías que tenían factores en contra han sido más impactadas.