El primer ministro británico, Boris Johnson, expondrá el lunes sus planes para eliminar las restricciones restantes por el coronavirus como parte de una estrategia para “vivir con el Covid-19” que pretende lograr una salida más rápida de la pandemia que otras grandes economías.
Mientras Hong Kong construye unidades de aislamiento y Europa mantiene el distanciamiento social y las normas sobre vacunas, Johnson anunciará la derogación de cualquier requisito de la pandemia que afecte a las libertades personales, un día después de que la reina Isabel diera positivo en la prueba del virus.
De acuerdo con los planes, que se han estado elaborando durante semanas, Reino Unido se convertirá en el primer gran país europeo en permitir que las personas que sepan que están infectadas por el Covid-19 puedan utilizar libremente las tiendas, el transporte público e ir a trabajar.
Johnson dijo el domingo que no quería que la gente “abandonara la prudencia” y que no había motivos para la autocomplacencia, pero que la campaña de vacunación significaba que el Gobierno quería pasar de la obligación estatal a fomentar la responsabilidad personal.
Entre los adultos, el 81% se ha vacunado en Inglaterra.
“Hoy marcará un momento de orgullo después de uno de los períodos más difíciles de la historia de nuestro país, ya que empezamos a aprender a vivir con el Covid-19”, dijo en un comunicado antes del anuncio del lunes al parlamento.
Las cifras de Reino Unido, con más de 160,000 víctimas mortales en los 28 días posteriores a la infección, son las segundas más altas de Europa, después del de Rusia, y en la última semana ha registrado una media de unos 43,000 casos y 144 muertes diarias.
Los líderes médicos han instado a Johnson a no jugar con la salud de la nación, y los asesores del Gobierno han dicho que abandonar las restricciones podría conducir a un rápido crecimiento de la epidemia, ya que la gente cambia su comportamiento más rápidamente que en momentos anteriores de la pandemia.
Hasta ahora, el Gobierno ha intentado mantener la economía abierta combinando las pruebas rápidas masivas con el requisito legal de cinco días de autoaislamiento, una estrategia que permitió al país sortear la variante ómicron, altamente transmisible.
El Gobierno dijo que mantendría algunos sistemas de vigilancia y planes de medidas de contingencia si aparece una nueva variante, después de que los científicos británicos detectaran variantes anteriores.
A Johnson se le preguntó el domingo si se estaba arriesgando con la pandemia. Dijo que el Gobierno no podía seguir gastando a un ritmo de 2,000 millones de libras (2,700 millones de dólares) al mes en pruebas.
También ha recibido presiones de muchos miembros de su Partido Conservador para que elimine las restricciones del Covid-19, que consideran excesivas.
Con información de Reuters