La Organización Mundial de la Salud (OMS) manifestó hoy su preocupación por el avance de la enfermedad COVID-19 en Medio Oriente, particularmente en Irán, donde en tan sólo 48 horas se han reportado 18 casos y cuatro fallecidos, mientras una mujer procedente de ese país dio positivo hoy por el coronavirus en Líbano.
«Es una tendencia muy preocupante, que muestra que la ventana de oportunidad se está estrechando», señaló en rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Subrayó que al organismo le sigue inquietando el potencial del nuevo coronavirus para extenderse en países con débiles redes sanitarias.
Por su parte, la directora del área de preparación para emergencias infecciosas de la OMS, Sylvie Briand, añadió que estaban investigando el avance del virus en Irán, sus medios de transmisión y la probabilidad de nuevos casos en los próximas días.
Israel, otro país en Medio Oriente, anunció hoy también que había confirmado un caso de contagio de coronavirus en su territorio.
Se trataba de una persona que estaba a bordo del crucero Diamond Princess en Yokohama, Japón, y que al volver a Israel fue diagnosticada con la enfermedad.
El director general también anunció hoy que la misión de expertos de la OMS que desde la semana pasada trabaja en China viajará finalmente mañana sábado a la ciudad central china de Wuhan, epicentro de la epidemia, para continuar sus investigaciones.
El equipo, compuesto por expertos procedentes de centros de investigación de Rusia, Estados Unidos, Singapur, Japón, Corea del Sur, Nigeria y Alemania, tiene la misión de analizar la epidemia para dictar una serie de recomendaciones que ayuden a combatirla.
Tedros Adhanom añadió que el organismo está en contacto con grandes empresas de internet como Google, Facebook, Amazon o la china Tencent para combatir los rumores y noticias falsas sobre la epidemia en redes sociales, ya que según Tedros «la desinformación ha causado pánico en algunos lugares».
Según las cifras de la OMS, hasta ahora se han diagnosticado 75 mil 567 casos de COVID-19 en pacientes de China, con dos mil 239 muertes, y más mil mil infectados en otros 26 países, de los que ocho fallecieron.